Capítulo 4

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"...Cáscaras de Naranja..."




Salí del probador y me encontré con alguien esperando por mí, con sus piernas cruzadas, sentado en un pequeño sillón frente a mí.

Su rostro, como siempre, mostraba una sonrisa burlona que me hacía preguntar si me había puesto la camiseta al revés...

-¿Quieres que te consiga algo para cubrir ese rostro de recién nacida?

-¿Qué haces aquí? –dije seria.

-¿Compras navideñas?

-Lárgate Gakupo- dije

-¿Quién te crees que eres para echarme? Lárgate tu niñita malcriada. –dijo sínico.

-¿Niñita malcriada?, ¿entonces tu hobbie es seguir niñitas malcriadas por ahí? – su expresión cambio.

-No hago esto como un hobbie, rubia.

-¿Ah no?, pues ¿sabes?... realmente no me interesa. –caminé y tropecé con su pie. – ¡Oye! –me quejé desde el piso. Él se inclinó hacia mí.

-Te seguí porque necesito algo de ti y no tenía con que amenazarte... no... tenía... -rió. -Gracias por mostrar rebeldía, Kagamine.

- ¿De qué hablas? ¿Amenazarme? ¿Dirás que falté un día a clases? wow, eres siniestro. – Dije y me levanté.

-No me conoces, no me subestimes.

-No me asustas, generalmente no me asustan los chicos traumados. –Dije y me arrepentí de inmediato. Pero, ya estaba dicho. Él no dijo absolutamente nada, solo se limitó a mirarme directo a los ojos. Di media vuelta y caminé hasta la salida

De pronto una alarma comenzó a sonar. Todo el mundo me observaba...

*No puede ser... la camiseta...*

Volví a verlo, jamás lo vi sonreír así...

Jamás subestimes a los chicos traumados...


Una señorita se me acercó y me pidió que la acompañara, de pronto llego un oficial de policía (por desgracia, a ese no lo conocía).

Cuando me di cuenta estaba en la estación de policía y no, no estaba ahí por robarme una camiseta...solamente... estaba ahí por robarme una camiseta tan temprano (debo ajustar mis horarios de robo, lo tendré en cuenta).

...

Eran las 10:00 AM y las cosas no habían salido exactamente como las imaginé.

Un oficial se acercó a mí, era una mujer.

-Alguien quiere verla señorita Kagamine -¿Alguien quería verme?, o era papá, o era mamá (rogaba al cielo que fuese papá).

Caminé por un largo pasillo color marrón. Cuando llegué a las oficinas de los oficiales, noté una persona sentada en una silla frente al escritorio del oficial que me había escoltado hasta este mágico lugar.

Esa persona tenía un hermoso cabello largo... color violeta.

La señorita que me acompañaba me dejó sentada en una silla al lado de la Rapunzel violeta.

-Entonces, ¿dice que usted es su tutor? –Preguntó el oficial. ¿Tutor?, pensé.

-Es correcto –Contestó Gakupo. –La chica tiene un raro padecimiento, no sabe lo que hace. -¿Qué no sé lo que hago? Bajé mi vista hacia mis zapatillas deportivas, mis calcetines eran diferentes y la forma en la que ataba mis cordones no era la más normal pero...

Blind In Your Darkness.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora