Capítulo 3 (Parte 1)

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"...El Lenguaje de los sordos..."




Lunes.

Me gustaban los lunes, era el único día en que el grupo de música de la escuela se reunía después de clases, y aunque tenía que levantarme después de un fin de semana, siempre era un buen día.

Amaba la música, después del cielo... la música era lo que más amaba en el mundo...

Cantando una canción podrías ser cualquier cosa que quisieras... palabras que sin esa hermosa melodía que las acompañaba, sonarían extrañas y sin sentido alguno.

La música es como el lenguaje de los sordos, *si, se exactamente lo que dije*.

La gente oye la mayoría de las incontables palabras que salen de las bocas ajenas... pero de esa cantidad incontable, escuchan menos de la mitad y quizás entienden la mitad de lo que escuchan.

Pero cuando esa cantidad incontable es acompañada por una melodía que combine... la gente puede llegar a escuchar hasta la mitad de esa cantidad incontable y entender todo de esa mitad...

Entonces llegamos a la conclusión de que la música nos hace menos sordos al tan extenso lenguaje humano, nos hace sentir que vale la pena que algunas palabras existan... palabras como: amor, esperanza, amistad...

Palabras que quizás oímos en la boca de alguien más, pero no nos detuvimos a escuchar y menos a entender su significado real.


...

Tome mis cosas y me vi al espejo.

-Eres hermosa – me dije a mi misma – No entiendo por qué los chicos no pelean por ti guapetona. – dije y reí.

-Quizás es porque te llamas a ti misma guapetona –dijo mi madre y entro a mi habitación.

-¡Okasan!, toca la puerta a la siguiente –

-¿Y para que quieres que toque la puerta si estaba de par en par?- se burló.

-Wow, al parecer mi ceguera está comenzando – bromee

-No hagas ese tipo de comentarios, ¿no puedes dejar de ser sarcástica ni al hablar de algo como eso? –

-Tu misma me has dicho que no deje que algo como "eso" me afecte – la vi a los ojos – ¿Por qué habría de dejar que algo como "eso" cambie a la verdadera Rin?-

-Eres imposible "verdadera Rin"-

-Y tú estás guapetona madre – reí

-Más que tu si – sonrió y se fue.

A Mamá le afecta mucho el tema de mis ojos, ella jamás lo ha mencionado, pero casi puedo leerlo en los suyos... Ella se siente culpable... Y realmente no lo está por haberme dado a luz con una enfermedad extraña, sino por no poder ser un médico de otra galaxia u otro tiempo para poder tener en sus manos la cura de su temor... su temor soy yo...

Siempre dije que yo me apegaba demasiado a las cosas y a las personas...pero claramente mis ojos no se quieren apegar a mi... y es triste porque tus ojos siempre deben estar contigo y obviamente SERVIR de algo...

Okasan se ha apegado demasiado a la Rin que puede ver lo azul del cielo... ¿Qué hará cuando ella y el "azul celestino" de sus ojos se evaporen? ¿Colorearlos con lápices de color?, claro que no, porque Otousan aún no los compra...

...

-¡Ohayou gozaimasu!– baje de las escaleras, mis padres estaban en la sala viendo una extensa cantidad de papeles que estaban regados en la mesa de centro.

-¡Ohayou! –dijeron ambos sin volver a verme.

-¿Qué es todo este desorden? –no es por presumir *la verdad si es por presumir* pero tenía un par de padres muy organizados y verlos en tales condiciones de desorden, era sorprendente dicho con mucha saliva.

-Papeles del trabajo de tu padre, no te preocupes hija, vas tarde, tu bentō está en la cocina.

-Ok, ¡arigatou okasan! –fui a la cocina y tome mi merienda- ¡Los veo en la tarde!

-¿En la tarde? –pregunto mi padre.

-Club de música de 2:00 a 5:00 –dije.

-Ahh es cierto, sumimasen hija, estoy algo mareado con tanto papel.

-Deberías abrir las ventanas, el olor a papel es como una droga- dije

-No tiene olor –dijo mientras ponía una hoja en su nariz.

-Ya entraste en la negación, la primera fase de un adicto –bromee.

-Deberías ir a clases de comedia, no de música... se lo que te digo hija... -dijo mi padre.

-Para tu información creo que herede tu gran sentido del humor otousan...


...

Llegue a mi instituto y subí a la azotea (no era algo que hacia siempre, pero el lindo día lo ameritaba).

Las nubes parecían pastelillos, a excepción de una que parecía una ardilla.

Desde arriba pude ver entrar a un chico...

Kamui Gakupo...

¿Qué puedo decir de el?

Lo hare de una manera ordenada.

Ficha de Kamui Gakupo...


Blind In Your Darkness.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora