Capítulo 11.

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Hola:3 En este cap. hay salseo. Yo no digo nada más.


Rubén.


Ya, se lo había dicho. Me sentí tan bien. Mangel ahora esta abrazándome. Necesito sentirlo, quiero amarlo, se que esto es rápido, pero estoy completamente seguro de esto. Quiero a Mangel, y que más da? Él me quiere y me lo demostró. Confió en Mangel.

-Mangel.

-Dime- susurro.

-Llévame al cielo sin salir del cuarto.

-Que dices?- me miro con cara de flipado. Yo solo sonrei.

-Una cama que muere porque la conozcas. Una persona que muere porque le hagas el amor.- Mangel me miraba confundido. Tenia que ser más específico, Mangel era el tipo que casi no se daba cuenta de las indirectas, pero esta era una directiva.

-Mangel, quiero que me hagas el amor que tanto dices tenerme. Quiero sentir tus labios, quiero sentirte.- Mangel abrió los ojos como platos, su rostro era serio, hasta que salio una sonrisa llena de lujuria .

-Rubiuh, no necesito que hagas esto para que te crea. Te creo.- sonrió con timidez.

-De lo único que estoy verdaderamente seguro es de que creo que he empezado a enamorarme me ti. Mangel, no me hagas rogarte.

-Rubiuh, como todo hombre tengo mis límites, y si sigues así, no creo aguantar mucho.- una sonrisa picara salió de mi rostro.

-Mangel, quiero que me folles y me dejes exhausto, tendido en la cama y en la mañana me prepares un café. Que me abrases por la noche y me digas una y otra vez que me quieres.- Baaam, con eso Mangel no iba a resistirse, lo conocía y era lo que más lo ponía.

-Después no te arrepientas.- sonrió con picardía.

-No lo haré- sonreí de la misma manera.

Su respiración chocaba con la mía, me besó, fue un beso tierno y dulce, en un instante me hizo subir y bajar de temperatura. Sus labios eran suaves, tibios, encajaban perfectamente con los míos. Mi cuerpo se erizó al contacto de sus manos en mi mejilla. Rodee su cuello con mis manos, para intensificar el beso. Nuestras lenguas iban a compas, como si estuvieran danzando. De tierno paso a salvaje. Nos estábamos demostrando lo que era el amor. Mangel mordía mi labio inferior y no evite soltar un gemido, lo cual volvió loco a Mangel, porque me apretaba cada vez más hacía él. Todo era perfecto. Mangel estaba dándome besos por todo el cuello, no podía evitar gemir, era jodidamente excitante, en dos segundos Mangel me hizo sentir, lo que ninguna chica había logrado ponerme en todos estos años.Las manos me temblaban al intentar desabotonar su camisa, estaba nervioso y él sonreía, no burlándose de mí, sí no una sonrisa de ternura, al ver como aquel chiquito en el arte de amar con el cuerpo y la piel intentaba llevarlo a la cama. Seguía con los besos en mi cuello, joder esto era el cielo. Nos tumbamos en la cama. Desabotone sus pantalones y ahí quedó él observándome, había ternura y pasión en su mirada, entonces, lentamente, me quito el sueter, y cuando quede sin el y con la piel expuesta su mirada cambió, la ternura fue remplazada por lujuria pura. Comenzó a besarme, primero lentamente, después con una pasión digna de un amante hambriento, yo devolví los besos, pero era prácticamente nuevo en el arte de amar con el cuerpo, sentía sus sonrisas en mis labios, entonces, le mordí el labio inferior y eso lo volvió completamente loco, sus manos estaban en todo mi torso, entonces de un momento a otro estábamos casi desnudos, no sólo de cuerpo, sí no de alma y corazón.Le pedia gemidos que no se detuviera, él solo sonreía, su sonrisa, su todo, me tenia jodidamente loco. Jamas pensé que una personas te pudiera tener así.

-Mangel- alcance a decir.-Si?- no dejaba de bajar por mi torso desnudo, llenándome de besos. Quería sentirlo, lo hacia muy lento, como si tuviera todo el tiempo del mundo en inspeccionar mi cuerpo, en realidad lo tenía, pero yo ya no aguantaba.

-Hazlo de una vez. No aguanto más. Esto es una adorable tortura.- él solo sonrió. Y de un tirón bajo mi bóxer junto con él sullo. Empezó a besarme, algo extraño sentí en mi entrada... Era el dedo de Mangel, no evite gemir, me tenia en el puto cielo. Lo sacaba y lo metía, dios, si muero que sea así. Cuando lo saco, introdujo dos de sus dedos en mi boca, los chupe y él sonreía. Solté un gemido más fuerte al sentir dos dedos de Mangel, no dejaba de besarme y yo solo gemía en su boca. Mordía su labio, demostrándole en placer que me daba. Luego sentí el tercer dedo. Todo era tan jodidamente lento que parecía una tortura. Mangel se separó un poco de mi y me susurro- Estas seguro? Lo que menos quiero es hacerte daño.- tome su mano y la guíe hacia mi pecho y le susurre- Tal vez pienses que no es lo correcto, pero si tu corazón está tan agitado como el mío, continuemos...-Mangel puso mis piernas en sus hombros, luego las acarició, se posicionó, me miro a los ojos y yo solo asenti con una sonrisa. Sentía un gran empalme en mi entrada. Ingresó, lentamente quizás para no hacerme daño, un gran gemido salió de mi interior, era placentero, debo admitir que dolía pero el placer le ganaba y por mucho. Yo solo jadeaba, gemía y nombraba su nombre una y otra vez, rogándole que no se detuviera. Lentamente me besaba el cuello, esto era nuevo para mi, una experiencia única. No me arrepiento. Me trataba delicadamente, sus penetraciones eran suaves, pero yo quería más. Mis caderas se movían al ritmo de mis respiraciones.

-Mangel, dámelo todo.- mi respiración agitada, los ojos de Mangel dilatados por la excitación, una sonrisa picara se formó en el rostro de él, al escuchar mi pedido. Y luego se detuvo. Hize una mueca, lo cual es solo me beso. -Porque te detienes gilipollas? No pienses en dejarme así.- entonces bajó mis piernas de sus hombros, y rodeee sus caderas con ellas. Salió de mi interior, me sentí vacío, me faltaba Mangel. De repente me dio una emboscada que hizo que entrara por completo, toco un punto en mi interior que me llevo al borde de la locura. Mis gemidos se hicieron mayores, mis respiraciones agitadas, mi corazón no dejaba de pegar saltos, mis mejillas me ardían, y gotas de sudor en mi frente, todo era una escenario único. Mangel me penetraba cada vez más y más fuerte, estaba lleno de pasión, sus besos nunca faltaban, sus caricias, hacían que mi cuerpo estallará en llamas.

-Rubiuh, ya no aguanto. Voy a..- sabía lo que trataba de decirme, yo estaba igual que él.-Entonces hazlo- dije impaciente. El solo asintió. Pude sentir un líquido en el interior de mi cuerpo, era tibio, me estremeció por completo, luego un gemido más ronco de Mangel y continuación el pecho de Mangel cubierto de mi liquido. Un gemido más profundo salio de mi cuerpo.

Mangel se tumbo al lado mío, nuestros corazones latían al compás, nuestras respiraciones eran similares, ambos estábamos exhaustos, nos estábamos reponiendo poco a poco del gran orgasmo. Apoye mi cabeza sobre su pecho, él me rodeo con sus brazos. Me sentía protegido, encontré mi casa, Mangel era mi casa.Entonces en silencio le susurre -Eres mío, mío y de nadie más. Él contestó-Pensé que eso había quedado claro desde el primer momento en que te conocí.

Solo lo abrase y le di un profundo beso.Y terminamos el acto, no hubo necesidad de decir una palabra para demostrar cuanto nos necesitamos uno del otro, solo un suspiro el más largo de todos, el mejor de todos los abrazos, y el te amo que nos lleno de satisfacción.


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Rubén todo un perver *u*. Mangel pls. Salseo now.

Que pasara después? Descubranlo en el proximo cap! :D

Saludos !


¿Cosas del destino? - Rubelangel.(Pausada temporalmente u.u)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora