Capítulo 15.

26 4 2
                                    

Rubén.


Mientras me duchaba entre en mi mundo de pensamientos...

De verdad solo... ¿somos amigos? Aunque me lo pregunte, yo sé que no somos solo amigos. Cualquiera con dos dedos de frente se daría cuenta que entre nosotros hay algo más... Pero quizás ninguno de los dos estemos preparados para la palabra "Novio", es una palabra muy fuerte.

Quizás Mangel tenga razón... Solo amigos. Pero, un amigo no tiene que hacer las cosas que hacemos yo y Mangel, los amigos no hacen "Esas cosas". Entonces ¿qué somos? Quizás no tengamos alguna etiqueta, o quizás sí. Pero de que nos queremos estamos completamente seguros.

Quizás solo sea miedo, miedo de no saber cómo avanzar, o miedo... ¿Miedo de ser aceptados? Jamás me lo había planteado de esta manera... Dos hombres, en una relación, ¿qué pensaría mi familia y la suya al respecto? Tengo miedo, os juro.

Y miedo, miedo porque Mangel es el primer hombre en el que me he fijado, y el último, porque no tengo pensado fijarme en nadie más que no sea mi Mahe.

Pero, ¿él que pasara de mí? Y si no ha de ser...

-Rubiuh, la ropa te la deje en mi habitación.- Su voz, rompió mis pensamientos.

-Vale, ya salgo.

Me termine de vestir y me dirigí hacia donde estaba Mangel, le escuche hablar con alguien... ¿Con quién estás hablando Mangelio? ¡Ya está! Basta, últimamente no controló mis celos... Y el puto de Mangel lo nota. Joder.

-Buenoh, hasta luego Sheeto. Yo también te quiero.- ¡¿yo tambien te quiero?! ¡¿Y le dice eso a la puta de Cheeto!?

-Mangel.

-No te había visto Rubiuh, ven siéntate.

-Así que también quieres a la puta de Cheeto.- Otra vez los estúpidos celos.

-Claro, ¿Porque no lo haría? Es mi amigo.

-Porque se supone que nosotros también somos amigos- dije casi en un susurro. Pero él logró escucharme.

-Contigo le cosas son diferentes, Rubiuh. Yo solo te quiero a ti. Somos amigos a los que les gusta hacerse de todo, menos quererse solo como amigos.- me miro y sonrió.

-¿Acaso escuche mal, o tambien le decías que le querías a Cheeto?

-¿Celoso de nuevo?

-No. No estoy celoso. ¿Qué sentirías tú, si la persona a la que quieres le está diciendo lo que solamente tú quieres oír?

-Tu frase es un trabalenguah. Y respecto a eso, pueh... mataría al que estuviera del otro lado de la línea.- Sus palabras me dejaron completamente perplejo. Paralizado.

-Aparteh-tomo aire y continuo -Te amo.- sonrió.

Y Mangel lo hizo de nuevo, rompió mis barreras que habíamos puesto con un simple y pequeño ''Te amo'' de su parte. Ese 'Te amo' que causa bonitas sensaciones.

Se acercó a mí, suavemente con una mano me tomo del mentón, y con la otra enrollo sus dedos en mi cabello, cerré mis ojos esperando el dulce contacto de sus labios sobre los míos. Sentí sus labios en mi frente, no sé porque ese gesto hacia estremecerme por completo, luego otro pequeño beso en mi nariz, yo seguía completamente intacto y con los ojos cerrados disfrutando de las increíbles sensaciones que me puede dar solamente Mangel, otro cálido beso en mi mejilla izquierda...luego otra en la derecha. Estaba impaciente, necesitaba juntar mis labios con los de Mangel, mi corazón me lo pedía a gritos.

Sentí los labios de Mangel deslizarse sobre mis labios, dando pequeños roces, apenas se rozaban, esta sensación jamás la había tenido con nadie en mi vida. Mordió suavemente mi labio inferior, para luego estirarlo y que yo soltara un leve gemido, repitió esta acción varias veces. Luego me daba pequeños besos, en esta acción le sentía que sonreía cuando me besaba.

Traté de pegarlo más a mí, pero él se negó. ¿Por qué? De verdad estoy confundido.

-Sheeto nos invitó a una fiesta, en la cual acepte por ambos. En 30 minutos va a venir por nosotros... Y si hacemos esto, no vamos a llegar a tiempo, ¿No lo crees?- Mangel será un hijo de puta, ya es la segunda vez que caigo en su jueguito. Él se percató de mi reacción y empezó a reírse, y me susurro;

-Ya habrá tiempo Rubén, vamos relaja tus hormonas.- Y empezó a reírse de nuevo.

Nos cambiamos y ya estábamos listos, hasta que un pensamiento pasó por mi mente... ¿Cómo íbamos a fingir que somos solo amigos frente a los demás? ¿Cómo voy a controlarme?

El timbre sonó. Mangel se levantó rápidamente, de seguro ha de ser Cheeto. Antes de que abriese la puerta le di un beso, joder como iba a extrañarlos durante toda la noche, y Mangel solo me mostro una de sus mejores sonrisas.

-Holah Mahe!- Instantáneamente Cheeto se lanzó a los brazos de mi Mahe. No lo toques cabrón. Empecé a controlarme, dejando ver una demasiada falsa sonrisa a la cual Cheeto creyó, pero no Mangel.

-Hola Cheeto- Le dije para romper el hielo.

-¡Vamos que los chicos no están esperando!- Acto seguido agarro a Mangel de su mano y lo guio por las escaleras, yo solo observaba. De todas maneras me gustaría ser yo el que le sujetase la mano.

Pero señores, no estaba celoso. Bueno si... no lo sé, da igual.

Llegamos al coche donde se encontraban los demás. Iba a ser una noche demasiado larga.


¿Cosas del destino? - Rubelangel.(Pausada temporalmente u.u)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora