Mi estimado caballero, han pasado muchas lunas
Desde la última vez que decidí escribirle
Con la esperanza de que notara mi angustia
Mi necesidad de verle, de sentirle
Deseaba con ansias que usted me leyera
Que pudiera ser capaz de detectar mi locura
Que entre mis letras mi voluntad se hiciera palpable
Porque se hace débil, se hace oscura
Deseaba que una sola de mis palabras
Retumbara con gran eco en su interior
Que fuera su pecho una caja de resonancia
Porque son los latidos de su alma mi gran musa, mi inspiración
Déjeme serle brutalmente sincera
No hay nada más que yo pudiera desear
Que el ser una sola con usted
Pero se hace tan agobiante esta monstruosa necesidad
Sólo usted es la fuente que puede saciar esta sed
Se me aparece usted cada noche en el pensamiento
Y sin quererlo ya me encuentro conjurando a la luna
Pidiéndole a ella que me deje verlo
Que mi alma anhela conocer con la suya
Extraño esta ya conocida sensación
Esa en la que me pierdo por completo en usted
Cuando no recuerdo mi nombre ni quien soy
Porque me gobierna tu recuerdo, porque tú eres mi fe
Tengo a la negra noche por testigo
Porque sólo ella conoce mi desesperación
A ella le ofrezco mi poesía más noble
Porque me regale un momento contigo
En mi paraíso secreto, donde sólo estamos los dos
Eres la sensualidad hecha nombre
Mi voluntad convertida oración
La misma plegaria de cada noche
Que la misma luna brille sobre los dos
... Y si no puedo besarte con mis labios, que te bese mi poesía, que te bese el corazón.