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Ya hace tiempo

Viernes, 01 de agosto de 2014

Como puedes darte cuenta, ya hace tiempo que no te escribo – dos meses casi para ser exactos –. Más bien no le escribo a nuestro bobo diario. Está bien, te pongo al tanto, este capricho no se me pasa por más que lo intento. Tú y tu novia han estado bien hasta hace dos semanas, parece que tienen muchas discusiones últimamente y no tengo ni idea de porqué, o bueno no la tenía hasta antes de discutir contigo. Que sí, que ahora ya no estoy en la heladería, que me fui a escribir esto al parque para que no notarás que lloró mientras lo escribo. Has roto solo un poco mi corazón. Sucedió cuando yo pedí mi helado junto con Iván.

"Anda Mildred, ven conmigo al cine, he estado rogándote desde hace un mes ya y nada más no me dices que si, solo dices: podemos vernos en la heladería y nada más. Eso es injusto". "Lo siento, Iván. Solo puedo verte como un amigo, pero tal vez la siguiente vez podamos ir". "Si, si eso dijiste la semana pasada y hoy no quieres venir conmigo". "Lo siento, Iván". "Si, como digas. Me voy". Y así salió de la heladería. Después tú me dijiste "pobre, si yo fuera tú ya le habría dicho que sí, aunque sea solo compromiso". "No. No tiene caso, no me gusta y sería cruel si le digo que si voy a salir con él, tal vez se ilusionaría y luego rompería su corazón. No me lo perdonaría" te respondí. " Tal vez después encuentre a su chica ideal" complete y en ese momento Abigail entró a la heladería me miró junto a tí y salió casi echando humo por las orejas, te miré confundida y entonces, explotaste... "escucha, amm... ¡ni siquiera sé tu nombre! – Iba a decírtelo pero no me dejaste hablar – ¡cómo sea, da igual! Puedo ver la forma en la que me miras, te gusto y no es normal que vengas siempre por un helado y te quedes mirándome y escribiendo en tu cuaderno. Tengo novia y lo sabes, sabes que estás mal, pero como una niña caprichosa sigues viniendo siempre, cada viernes. Es por ti, eres tú la causa de mis problemas con Abigail, ella cree que tenemos algo y ¡no es así! Mira, como tu acabas de decir, no me gustas sería cruel seguirte la corriente y luego romper tu corazón. ¿Qué no lo entiendes?, ¡No me gustas! Y por más que soy cortante contigo no te alejas, ¡al contrario! Te acercas más. Escucha no quiero tener más problemas con mi novia. Por favor aléjate de nosotros". "Lo siento, no era mi intención" apenas pude decirte. "¡Vete!" y me fuÍ...

Y aquí estoy, llorando por tí. Tal vez no vales la pena, aunque me duela esta fue la última vez que voy a la heladería. Tal vez también, después pueda escribirte, pero después de un largo tiempo – ya que mi corazón sea reparado – te quiere aún, Mildred, la caprichosa.




Y por último... adiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora