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Alberto

Querido Alberto:

La razón de esta carta es que soy demasiado cobarde como para enfrentarte y decírtelo a la cara. Me gustaría decirte que no es justo que nos mintamos el uno al otro, tú porque ya no me quieres,  lo cual está bien. Entiendo que encontrarás a otra persona,  yo no era lo que estabas buscando, pero tal vez si lo que necesitabas, solo que no me necesitabas para siempre, a lo mejor si un tiempo y siento que ese tiempo ya ha acabado. 

No es justo para mi porque lo único que haces  es hacerme sentir mal cuando me rechazas, creo que es bastante necesario que cada quien se vaya por su lado y sea feliz con quien realmente le corresponde estar, te quiero. Fuiste, eres y serás siempre mi primer amor y te lo agradezco con el alma, pero creo que por más doloroso que sea y por más que no quiera necesito olvidarte, a tí y a todos los momentos que pasamos juntos, te doy las gracias por ese momento cliché que me regalaste y también por hacer de una simple tarde de películas el momento más romántico. Te agradezco también por despertarme cuando me quedaba dormida para llevarme a casa justo antes de las 10, por usar mi playera e incluso por ignorarme el primer día, pues me hiciste más fuerte, me enseñaste a luchar por lo que quiero, me dejaste entrar a una batalla, la más bonita de mi vida, que por desgracia ya ha terminado. 

Todo esto no es motivo para estar tristes. Yo no lo estoy, porque es momento de que pruebe cosas nuevas al igual que tú, es momento de dejar de comer helado y mirar que otros negocios hay, créeme cuando digo que nos volveremos a equivocar, nos volveremos a enamorar y nos volverán a partir el corazón, pero ya no será juntos, ya no vamos a tropezar con la misma piedra, cambiaremos de ella unas cuantas veces más hasta encontrar una donde podamos sentarnos y admirar lo que hay a su alrededor.

Es momento de separarnos y ¿sabes?, Tal vez logre olvidarte, pero no creo dejar de quererte, tomaste un lugar en mi corazón y no pienso quitártelo, te deseo lo mejor hoy y siempre. Lo siento mucho por ser yo quien de este paso, pero ya era necesario, espero y cumplas todas y cada una de tu metas, acompañadas siempre por tus sueños. 

Hasta pronto, Mildred.

ha  sí, y por último... adiós.



Y por último... adiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora