» I. Te quiero

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                                                                                                    I

Parecía que los latidos de su corazón no pararían pronto. El tener a la princesa tan cerca de él no era precisamente la mejor manera de poder recuperar energías. Cerró los ojos, tratando de ignorar el dulce calor de su pequeño cuerpo junto al suyo, ignorando el fuerte deseo de tocarla, de abrazarla y estrecharla entre sus brazos.

-Hak... -susurró ella. Él la miró, sorprendido.

-¿Estás despierta, princesa?

Yona no respondió. Seguía durmiendo profundamente, acurrucada a su lado. Se quedó mirándola por un largo momento, sonriéndole con ternura, sintiendo en su pecho la calidez del amor que sentía por ella. Su corazón enloquecía un poco al saber que la princesa estaba soñando con él.

-Hak -sonrió ella después de pronunciar su nombre-, te quiero.

Él dejó de respirar por un segundo. ¿Había escuchado mal?. Hizo acopio de toda su fuerza de voluntad para quedarse quieto y no tocarla como deseaba hacerlo, sin embargo, no pudo evitar extender su mano y acariciar suavemente la mejilla de la princesa. Se veía tan hermosa bajo la luz de la luna. ¿Que debía hacer?, sentía una ganas cada vez más grandes de besarla... poco a poco iba perdiendo su autocontrol. Fue entonces cuando Yona se movió un poco y se acomodó en su pecho. Sin poder contenerse, Hak la estrechó contra sí, sin importarle ya los ruidosos latidos de su corazón. "Te amo", pensó, y luego se quedó dormido.


Cada vez que recordaba el sueño de la noche anterior, la cara de Yona se tornaba intensamente roja. Había despertado entre los fuertes brazos de Hak, y cuando levantó la mirada, se encontró con su rostro, donde había una tierna sonrisa dibujada en sus labios. Lo inquietante era que su corazón había respondido con vehemencia ante la cercanía de él. Todavía le temblaba un poco el cuerpo de lo nerviosa que se había sentido. No podía mirar a Hak a los ojos, era demasiado vergonzoso.

-Princesa -le llamó Hak. Inmediatamente, ella se dio vuelta, fingiendo no haberlo oído-. ¡Espera, princesa!

Yona se detuvo al sentir la mano de él sobre la suya.

-¡Hak!, vaya no te había escuchado -rió nerviosa.

-Princesa...-hizo una pausa- ¿por qué estás evitándome?

-N-n-no estoy evitándote.

-Entonces...-apretó su mano y tiro de ella, acercándola a su cuerpo- ¿por qué no me miras a la cara? -Yona se obligó a levantar el rostro y mirarle a los ojos. Pero no pudo hacer nada para evitar que sus mejillas se tiñeran de un intenso rojo.- ¿Princesa?

-Y-yo, solo he estado un poco distraída -dijo tratando de excusarse.

-¿Con qué?

-¡Contigo!

- ¿Conmi...?, ¿eh?, ¿estoy escuchando cosas?

-¡Es cierto, Hak! -alzó un poco la voz-. Hasta he soñado contigo - Yona desvió la mirada, avergonzada. Él la miró, sorprendido. Luego una maliciosa sonrisa apareció en sus labios.

-Ahora que recuerdo, anoche hablabas mientras dormías -Él sabía que Yona no tenía esa clase de sentimientos por él y, era por eso mismo que no se permitía albergar ninguna esperanza en su interior. Sin embargo, no podía evitar molestar un poco a la princesa para que dijera, inocentemente, lo que él quería escuchar-. Dijiste: Hak, te quiero -.Yona se tensó mientras que el rubor de su rostro se intensificaba aún más. Dios, no podía ser que él hubiese escuchado lo que decía mientras dormía. ¡Era demasiado vergonzoso! -.Princesa... -la llamó él, suavemente.

-¡N-no es lo que parece Hak!, Yo no... -Yona se detuvo cuando vio que en el rostro de él se posaba una sombra de tristeza.

-Lo sé -sonrió débilmente-. Después de todo siempre hemos sido como hermanos. Además... -su cara se ensombreció aún más-, no es tan fácil olvidar a alguien a quien amabas-. Dio media vuelta y comenzó a alejarse.

Una punzada de dolor se apoderó del pecho de Yona. Dolía... dolía ver a Hak así y... dolía que él pensara que ella quería a alguien más.

  ¿Eh?, ¿qué estaba pasando?

-¡Espera, Hak!

Él se detuvo, sin darse la vuelta. Yona se acercó lentamente a él, agarrando su manga.

-¿Qué sucede, princesa?

-¿P-podrías mirarme? -dijo ella. Las mejillas teñidas de un intenso rojo- es importante, Hak.

-Princesa, no deberíamos...-se detuvo al voltearse y encontrarse con la fija mirada de Yona sobre sus ojos.

La princesa le sostenía la mirada, mientras que un suave rubor cubría sus mejillas.

Se veía preciosa allí parada frente a él, mientras que la mano que agarraba su manga temblaba levemente. Se quedó sin palabras, mirándola, embriagándose de ella, y, aunque sabía que no debía seguir alimentando esos sentimientos, simplemente no podía evitar amar a la mujer que tenía en frente.

-Hak, lo que dije no fue una mentira -comenzó ella, interrumpiendo sus pensamientos-. Te quiero.

Él sonrió y le acarició suavemente la mejilla.

-Lo sé princesa -respondió-. Yo también te quiero. Yo...

-¡Hak! -lo interrumpió ella-. No creo que lo estés entendiendo.

-¿Qué es lo que no estoy entendiendo? -preguntó confuso.

Fue entonces cuando la mano de Yona descendió por su manga hasta tomar su mano. Hak miró incrédulamente en esa dirección. Era tan pequeña, pero con el poder de estremecer todo su mundo.

Entonces ella tomó su mano con las dos suyas, y, lentamente, la llevó hacia sus labios.

Lo besó con tanta ternura, que el corazón de Hak comenzó a latir más deprisa. Inconscientemente, levantó su otra mano y la posó en la mejilla de la princesa, acariciándola con suavidad, mientras que sus ojos se perdían en alguna parte de sus labios. Realmente deseaba besarla en ese momento.

-Princesa... -susurró él.

-Hak, yo... -hizo una pausa-. Realmente te quiero.

-¿Eh?

Por un momento, todo el mundo a su alrededor se detuvo. Ya no veía, ni tampoco escuchaba nada que no fuera ella.

-¡Y es realmente un problema! -siguió ella-. ¡Ya no puedo concentrarme en lo que hago!

-¿Princesa...?

-¡Todo es tu culpa Hak! -sus ojos se llenaron de lagrimas, llena de frustración-. ¡Ya no puedo evitar pensar en ti todo el tiempo! -hizo una pausa mientras se calmaba-. Pienso en ti y solo en ti -murmuró finalmente. Él la estrechó contra su cuerpo con fuerza. No le importó ya que los desbocados latidos de su corazón fuesen oídos por ella, ni tampoco le importó que ella notara cómo le temblaba todo el cuerpo, no después de escuchar semejante declaración -. ¿Hak?

-Yo también te quiero, princesa -la apretó aún más fuerte-. Eres lo más importante para mí en este mundo -. Él la apartó un poco, y, acunando el rostro de ella entre sus manos, le dijo mirándola a los ojos-: Te quiero más que a nada en la vida.


A Yona le costaba respirar. No podía dejar de llorar mientras escuchaba las palabras de Hak. Él la hacía tan feliz. Ya no podía imaginarse la vida sin su presencia. Lo amaba. Lo amaba demasiado.

Entonces todo lo que estaba pasando por su cabeza desapareció al sentir los cálidos y suaves labios de él sobre los suyos.

Lenta y suavemente, Hak la besó con todo el amor que sentía por ella, y que había reprimido por tantos años.

Akatsuki no Yona ~ Fanfic IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora