Akatsuki no Yona ~ Fanfic I

» II. Confesión

II

Hak abrazaba a Yona y, mientras la besaba, se dio cuenta de que entre sus ropas se encontraba un pequeño objeto. ¿Una daga? No, era incluso más pequeño que eso. Pero él ya no podía pensar con claridad, no cuando tenía a la princesa suspirando suavemente entre sus brazos. Las palabras de ella aún resonaban en su interior, vibrando y vibrando. Posó sus manos en la cintura de la princesa y la acercó más hacia sí. Realmente no le importaba qué era lo que ella estaba guardando entre sus ropas. No en ese momento, al menos.

Yona jamás había sentido lo que estaba sintiendo en ese momento mientras Hak la besaba y acariciaba. No sabía que los sentimientos pudiesen ser así de profundos, y tampoco había imaginado que todo su cuerpo pudiese estremecerse de la manera en la que lo estaba haciendo solo por el hecho de que él la tocara.

Nunca antes había sentido tanto pánico como lo sintió con Hak, cuando él creyó que ella estaba enamorada de alguien más. Jamás. Ni siquiera con...

Soo-Won.

Sorprendida, se alejó de Hak un poco agitada. ¿Por qué había tenido que recordarlo justo en ese momento tan especial que estaba compartiendo con él?

-¿Princesa? -la llamó, un poco desconcertado.

-Ah, lo siento Hak, yo...-se detuvo, llevando su mano hacia su ropa.

Entonces fue cuando Hak lo recordó. Era el broche. Ella todavía lo llevaba consigo.

-¿Era mentira? -preguntó él, sin emoción en la voz.

-¿Eh?

-Nada -contestó-. Lo siento princesa, cometí un error. No volverá a repetirse.

-¿De qué... estás hablando?

Pero él ya había dado media vuelta para marcharse. ¿Qué había ocurrido?, ¿había hecho algo malo?, ¿por qué Hak se veía tan molesto? Entonces lo comprendió. Él sabía que ella todavía conservaba el broche que le había dado Soo-Won.

No. No podía dejar que las cosas se quedaran así. Creía que había sido lo suficientemente clara con Hak, pero era obvio que no lo había sido.

-¡Hak! - le llamó ella, pero esta vez él no se detuvo. Yona corrió tras él-. ¡Espera! -gritó mientras lo abrazaba por la espalda.

-Princesa... -dijo lentamente- ahora mismo quisiera estar solo.

-¡Puedo explicar lo del broche! -lo abrazó con fuerza-. No te vayas, por favor.

Sorprendido, guardó silencio mientras ella lo abrazaba. No sabía que esperar, pero la escucharía.

-Hak -comenzó después de unos momentos, aun abrazándolo-, yo no guardo este broche porque sienta lo mismo que solía sentir por Soo-Won.

-¿Eh?

-Este broche simboliza que aún tengo asuntos pendientes con él -hizo una pausa-. Yo solo quiero comprender qué es lo que está pensando y algún día yo... le devolveré esto - lo soltó y él se dio media vuelta para mirarla.

-Princesa...

-Así que Hak, no te pongas triste -le acarició una mejilla-. Yo de verdad te quiero. A ti y solo a ti -sonrió.

Hak se quedó allí mudo, frente a ella. No sabía qué debía hacer. Entonces sonrió y acercó su rostro hacia la princesa, posando su frente sobre la de ella. Cerró los ojos. ¿Podía permitirse sentir todo lo que sentía por ella?

-Hak...-susurró ella.

-¿Si?

-¿P-podrías...?-se detuvo. Él abrió sus ojos y la miró. Su rostro cubierto de un intenso rubor.

-¿Podría qué?

Yona apartó la mirada sin alejarse de él. Estaba completamente avergonzada.

-Yona...-dijo él.

Ella se sorprendió, pero no pudo evitar sentirse feliz al escucharlo pronunciar su nombre. Volvió a mirarlo.

-¿P-podrías b-besarme otra vez?

Hak parpadeó, sorprendido. Parecía que ella nunca iba a dejar de sorprenderlo.

-¿Podrías repetirlo? -dijo sonriendo.

-Y-ya me escuchaste la primera vez.

-Sí, sí que te escuché, princesa -sonrió mientras que sus labios se acercaban a los de ella -. Te quiero muchísimo.

Y con el corazón desbocado y desbordante de amor, una vez más Hak la besó. Desde ahora, él jamás la dejaría irse.