Me bajo de la carreta y miro los deltes con curiosidad, nunca había visto algo tan... irreal. Parchut los lleva un establo de la parte de atrás de la casa. La casa es bastante grande, en comparación al resto si contamos el establo, pero esta parece más vieja. Empujo suavemente la puerta, tiene varias marcas de arañazos y parecen pertenecer a algo muy grande. Entro y veo un pequeño comedor situado a la derecha, el se encuentran una mesa y dos sillas de madera, colocadas frente a una chimenea. A la izquierda hay una cocina bastante rudimentaria, tiene unos estantes con botes, una mesa y a un lado tiene un armario de metal parecido a un frigorífico, pero este hecha humo. Al fondo se encuentran unas habitaciones, toda la casa parece del siglo pasado; sin embargo es acogedora.
-¿Te gusta?-dice sonriendo.
-Sí, es acogedora. ¿Qué es ese armario de metal?
-Es un invento mío, mantiene frescos los alimentos, aunque no tiene nombre.
-¿Qué tal frigorífico? En mi casa tenemos uno pero dudo que funcione de la misma manera.
Parchut asiente y me hace un gesto para indicarle que le siga. Me lleva al fondo frente a las tres habitaciones.
- Presta atención. Tu habitación es la que esta junto a la pared- señala una puerta- la del medio es la mía y la tercera puerta no la puedes abrir es de Elliot. Mi hija es...muy temperamental y no permite a nadie entrar en su habitación. Ahora esta cazando, pero volverá pronto.
-¿Cazando?
-Sí, ella se ocupa de la caza. Ella vende sus presas a cambio de comida, yo soy el herrero de Gada. Es difícil vivir aquí cuando se te obliga a pagar impuestos a cambio de vivir.
-A ese Dominus.... le voy a dar una lección que...- no le conozco pero si es como creo que es, no me quedaré quieto.
-Tranquilo, primero tendrías que saber más cosas y tener aliados. Cualquiera de los aldeanos te apoya, pero nunca se atreverían a luchar...excepto yo, tienes mi apoyo y ayuda.
-Gracias...¿Dónde puedo encontrar aliados?
-Busca en otros reinos, yo no podre acompañarte, se notaria la falta del herrero. Pero tengo algo para ti que te ayudara puedes entretenerte mientras estoy fuera con esto...
Veo que entra a su habitación, coge un libro y lo trae.
-Es el diario de tu padre, contiene explicaciones de este mundo.- Me lo entrega y hojeo algunas paginas, es el que leíamos- En fin, puedes ir a tu habitación a leerlo. Yo tengo que ir al trabajo, Elliot debe estar a punto de llegar...
Entonces para y presta atención. Supongo que será Elliot, porque se detiene en la puerta. La puerta se abre y aparece una chica.
-Ya estoy en casa.-Me mira fijamente analizándome-¿Este quién es?
-Este es Oliver.-saludo con la mano- Es hijo de George, te dije que vendría. Yo me voy tengo que ir a la herrería.
Parchut sale y Elliot y yo nos quedaos mirándonos. Ella es alta y delgada, su pelo es negro y lo tiene corto como un chico, pero le queda muy bien, tiene los ojos chocolate, y con los que ahora me dirige una mirada penetrante. El silencio es roto por un gruñido del exterior y ella se da la vuelta para irse.
-¿Qué ha sido eso?
-Zarpas, ven a verlo-responde con naturalidad, al ver mi cara de curiosidad
Salimos al exterior y veo una especie de tigre enorme. Zarpas es tan grande como un caballo tiene los ojos naranjas y unas zarpas capaces de cortarme por la mitad, sobre su lomo tiene una silla de montar y una alforja de cuero. Elliot la abre y saca un animal muerto, al ver mi cara de asco dice:
-La cena, seguro que te encanta- lleva al animal al establo y yo entro en casa para leer.
Ya que estoy aquí, lo mejor, será encontrar a mi padre. Puede que desaparecierá en una de sus expediciones, pero seguro que lo ha secuestrado Dominus.
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La puerta de los mundos
FantasyOliver sabe que algo prohibido equivale a.... aventuras