De viaje por los reinos

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Parece que los Dominios vuelven a casa. No nos pueden ver así que bajo del delte y lo llevo a la puerta del establo. Elliot despierta a Zarpas que estaba dormido sobre paja amontonada. Le pone la silla de montar y sube, pero se vuelve a bajar y entra en casa corriendo. Vuelve a salir rápidamente y mete en las alforjas de Zarpas unas cantimploras, unas cajitas y una ballesta extraña que se coloca a la espalda. Le voy a preguntar por la ballesta cuando vemos pasar a los Dominions. Esperamos un poco a tener una separación prudente y salimos fuera.

-¡Jergad!- dije al subirme al delte.

Esta vez el delte reacciona y empieza a trotar. Elliot monta y ella y yo galopamos siguiendo a las bestias. Mientras galopamos la adrenalina me hace sentirme libre, el aire golpeándome el rostro con fuerza y la arena que levantamos a nuestro paso molestan; sin embargo me siento feliz y emocionado, un caballo no llega a la velocidad de un delte. Elliot que va delante de mi gira en otra dirección y la sigo, frenamos detrás de una sima de arena. Ella baja de Zarpas y se quita la ballesta de la espalda y  asomándose por un lado, apunta con ella. Me pongo a su lado, los Dominions y Parchut, este último esta atado de una cuerda y parece que lo han llevado a rastras. Estan frente a un arco de piedra no muy lejos, una de las bestias desmonta y se detiene frente al arco. A pesar de que no los vea muy bien veo que se coloca con las rodillas flexionadas y con una mano en el costado, levanta la otra y dibuja un circulo desde una rodilla hasta la otra se detiene y con fuerza golpea el suelo. Extrañado veo que del arco brota una luz que lo envuelve y cuando baja esa intensidad un portal se abre, a través de este se cambia el paisaje. En el se divisa una frondosa selva, nada parecido a Gada. Pasan los tres primeros y cuando va a pasar el que lleva a rastras a Parchut, Elliot dispara contra el Dominion que había abierto el portal. Este se desploma y el portal se cierra, pero justo antes de que Parchut entrase ya que el delte había pasado primero, al cerrarse el portal corto la cuerda que lo ataba. Vuelvo a montar en el delte y galopo hasta Parchut, me arrodillo frente a el y saco de mi mochila la navaja para cortar las cuerdas. Una vez libre Parchut se frota la espalda dolorido y llega Elliot con Zarpas. Esta corre a abrazarle y cuando ya pienso que el problema se había solucionado oigo gruñidos detrás de mi. Los ignoro ya que supongo que el Dominion esta demasiado herido como para hecer nada. Pero me equivoco porque cuando Parchut se levanta una flecha se le clava en el hombro empezando a sangrar. Antes de que yo reaccione, Elliot ya ha vuelto a disparar y esta vez si, la bestia cae definitivamente.

-¡Papá!- grita ella sollozando- Tranquilo te vas a curar. Es una herida leve.

-Claro...-trata de responder Parchut entre gemidos- cuando me vea un médico, estaré...mejor.

-Pero, aquí no hay médicos.

- Elliot, tedrá que verme un médico del reino Selvius.- seguramente será el reino del otro lado del portal- Un amigo médico podrá curarme...si llego.

La puerta de los mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora