Kagami Taiga y (T/N)

15.6K 879 76
                                    


Se acercaba uno de los partidos más importantes de la Winter Cup, pero los jugadores no podían dejar de lado sus estudios. Se acercaba la hora de los exámenes de invierno, los más importantes del cuatrimestre; y se notaba la tensión en cada entrenamiento, los jugadores que descansaban se ponían a repasar la materia que más le costaban.

Tú eras bastante buena con las asignaturas de letras y el tutor de la clase te pidió que ayudases a un alumno que estaba en la clase de al lado. No tenías claro quién era pero tu tutor te dio su dirección.

Cuando llegó la hora del descanso bajaste a comer con el equipo de baloncesto, eras su ayudante y te encargabas de llevar el agua, las toallas, entre otras animar al equipo.

Estabas en una de las meses del patio y en frente de ti se sentó Kagami, y en los otros asientos los demás jugadores del Seirin. Los chicos estaban comiendo mientras que tú hablabas con Kagami, el cual se veía de forma extraña.

-¿Te apetece que te acompañe a casa esta tarde? -dijo él, algo sonrojado, se veía bastante mono.

-Claro, pero hoy no iré a mi casa, iré a visitar a un alumno que me dijo el tutor que tenía problemas con Lengua y Filosofía -dijiste mientras terminabas de comer.

-Está bien, te acompañaré igualmente -respondió aunque su cara se veía bastante molesta en ese momento.

El recreo terminó y las clases transcurrieron con total normalidad, estabas deseando que Kagami te acompañase aunque no fuese a tu casa.

Finalmente las clases terminaron y Kagami ya te esperaba en la entrada de la escuela. Cuando llegaste te dio la bienvenida con una sonrisa y comenzasteis a caminar en la dirección que te dio tu tutor en un papel. Vosotros hablabais con total normalidad, riendo como de costumbre. Cuando llegasteis a la puerta de aquella casa, Kagami se quedó mirando a la puerta y volvió a mirarte.

-¿Es esta la casa? -dijo el pelirrojo con una ceja levantada.

-Sí, es esta -dijiste enseñándole el papel, a lo que el chico se empezó a reír.

-Es mi casa, ¿vas a ser mi profesora? -dijo con normalidad y con un tono burlesco que te hizo sonrojar al instante.

Ambos entrasteis en su casa sin decir mucho y os pusisteis en la mesa del comedor con los libros abiertos. Le preguntaste al chico las dudas y se las intentaste resolver lo más claro posible. El pelirrojo se quedaba patidifuso a veces con tus explicaciones pero cada vez que hablabas iba quitándose una prenda de arriba, primero su chaqueta, después su camisa, hasta quedarse en camiseta.

Ponía la excusa del calor, pero realmente no sabías si eso era real o mentira. Lo malo es que te iba desconcertando mas y más cada vez que veías como su cuerpo se iba notando.

Quitaste esa imagen de la cabeza, ya quedaba poco para acabar la clase así que seguiste explicándole hasta que ya fueron las 8.00 p.m.

-Bueno, ya está la clase por hoy -dijiste estirándote en el sitio y recogiendo las cosas.

-No sé cómo agradecértelo, dime cuando te debo -dijo Kagami, quien quería pagarte por la clase, así que se acercó a la sala de al lado.

-No me debes nada, no voy a tomar tu dinero -dijiste para que te escuchase desde el salón, a lo que el chico volvió sin nada en sus manos, acercándose a ti.

-¿Entonces qué quieres? -se puso delante de ti, a lo que tú estabas apoyada con la mesa del salón.

-Ya te he dicho que no te debo nada -te cruzaste de brazos con los mofletes inflados, mirándole con cara de enfado, pero él solo se rió.

-Déjame pagarte de otra forma -él solamente tomó tu cintura sin decir nada más y te acorraló haciendo que tú te sentases en la mesa, en ese momento posó sus labios en los tuyos creando un beso algo torpe.

-Taiga... -dijiste en un susurro cuando el beso acabó, por la corta distancia que había entre vosotros.

-Me gustaría que volvieses mañana (T/N) -dijo con una sonrisa y besó tu frente.

-Serás idiota... Te quiero -dijiste avergonzada y le devolviste el beso.


Kuroko no Basket One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora