Capítulo II

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"¿Viste que bonitos eran sus ojos papi?" Beth jugueteaba con una muñeca al lado de su hermana quien aún se encontraba dormida. "Eran como dos bonitos espejos, azules como el mar." Harry sonreía estúpidamente pero no por las ocurrencias de la niña, sino porque estaba totalmente de acuerdo con ella. Los ojos de Louis eran los más bonitos que podían existir, cuando este sonreía y se arrugaban podía hacer que Harry explotara en sus pensamientos por tanta ternura que podía causarle. "Creo que Teacher Lou va a ser mi novio." Los labios de Harry se fruncieron en desaprobación. 

"No señorita, está muy pequeña para tener novio." Papá miraba la sonrisa de su hija en ocasiones por el espejo sin descuidar la carretera. "Primero debes aprender a multiplicar."

"Papi, yo no sé hacerlo." Mía parecía que comenzaba a despertar en su silla, pero al final volvió a quedarse dormida. "¿Qué tal si le decimos a Louis que me ayude? Que venga a casa en las tardes y me enseñe, él es profesor." ¿Tener a Louis todas las tardes en casa? Los labios de Harry se fruncieron más pensando la situación, tal vez tomándola en cuenta. 

"Puede que Louis no tenga tiempo, además no podemos pedirle eso Bethie." La niña hizo un puchero en su asiento. "Tal vez Louis tenga una familia o una... novia." Con el simple hecho de pensar e imaginar a Louis con una novia a Harry se le derramaba la bilis. El no podía tener novia, no después de que le había coqueteado de esa manera.  ¡Jesús! todo esto tenía que detenerse, no podía estar pensando en el profesor que acababa de conocer hoy.

"Debemos preguntarle papi, tal vez si tú se lo pides él acepte ayudarme."

"No Beth, por favor deja de insistir." Harry estacionó el auto en la entrada de la casa, no tenía caso meterlo a la cochera si en 1 hora tenía que estar de regreso en la oficina. En cuanto papá apagó el coche la niña salió del auto.

"Te la pasas todo el día trabajando, si tú no tienes tiempo para ayudarme deja que alguien más lo haga papá." Harry sintió su corazón romperse al escuchar esas palabras salir de la boca de la pequeña. Si esto era a los 7 años, ¿Qué sería de él cuando llegue a la adolescencia?

"Beth baja tu mochila y entra a la casa." Demandó Harry mientras quitaba el cinturón de la silla de Mía. "Déjame pensarlo y tal vez mañana hablemos con el profesor." Beth obedeció mientras el castaño sacaba a la otra niña del auto junto con su pequeña maleta, luego entró a casa.

~*~

"Hola mamá, ya estoy en casa." Louis entró a su casa y dejó sus llaves en la mesita de la sala. Dio un abrazo a su mamá y un beso en la mejilla.

"Creí que llegarías más temprano cariño ¿Hubo algún problema?" El cobrizo sonrió mientras tomaba una manzana de la mesa.

"Un joven papá que no recordó la hora de salida, nada de qué preocuparse." Una sonrisa salió de sus labios en cuanto dio el primer mordisco a la fruta.

"¿Por qué estás tan contento Louis?" Jay frunció el ceño y su hijo la miró extrañado con leve humor en sus labios.

"¿Yo? ¿Por qué lo preguntas?"

"Tienes un gran brillo en los ojos, ¿Pasó algo que aún no me has dicho?" Louis dio una leve sonrisa a su madre mientras negaba. Se escondió detrás de un nuevo mordisco pero una sonrisa lo delató. "Louis." Demandó.

"Bueno mamá, el papá este que olvido a su hija es muy lindo ¿Sale?" Jay suspiró profundamente. "Pero tranquila, lo más seguro es que este casado. Así que no, no me le voy a tirar encima."

"¡Tomlinson!" Dio un manotazo a su hijo y este soltó una carcajada.

"Además no creo tener tiempo para una relación ahorita, con nadie, quiero enfocarme en mi trabajo." La señora dio una tierna sonrisa hacia Louis. El teléfono de éste sonó y contestó.

Teacher Lou ☆LS⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora