Él no debe escucharlos.

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Estábamos en la sala de estar viendo películas, mis padres estaban charlando en la cocina. Soltaste una carcajada enorme y yo me reí junto contigo, recuerdo haberte dicho: "Bruno, me gustas". Lo dije y me sentí valiente.

Mi madre de inmediato palideció y dejó caer la cuchara que estaba utilizando al piso, cerró la puerta de la cocina pero pude escuchar algo de lo que decían.

Mamá había dicho: "Tenemos que llevarla con un doctor".

Bruno no debes escucharlos. Yo no puedo estar enferma de algo, yo me siento perfectamente saludable.

No te alejes de mí.



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