Sobre las montañas (Legolas y Tú)

Capítulo XXI

Narra ____
-Me desperté ya era de mañana y mi tío estaba recostado a mi lado, al parecer pasé una mala noche, me dolía mucho la cabeza, no soportaba el dolor-
-¿Qué pasa? -dijo mi tío refregandose los ojos-
-Tengo un dolor de cabeza horrible...
-se sienta en la cama, y me observa- Creo que es mejor que te vayas ___ estas enfermando...
-Necesitó saber quien es esa mujer...
-eso no importa... Ya no importa es mas importante tu bien estar, quiero que te vayas y vuelvas con Legolas
- El esta ocupado con la bebé
-Te necesita, necesita a una mujer
-No se como cuidar a un bebé
-¡Ya basta ____! ¡Te vas ahora!
-Primera vez que veo a mi tío tan molesto,pero no podía volver con Legolas, el lo sabía necesitaba aclarar mis dudas sobre quien era esa mujer, y por que decía ser mi madre-
-Me quedare por 5 años...
-Pero ___ - con un tono enojado, salio de la habitación, durante mucho tiempo no me hablo en lo absoluto, pasaba bastante tiempo con la mujer que se hacia llamar mi madre, éramos parecidas en varias cosas, su comida favorita era patatas asadas y salmón a las finas hierbas, también conejo asado con puerros a la parrilla o cola de skeever chamuscada, eramos muy unidas hasta ese maldito día ese día.... (pasaron 4 años desde que discutió con su tío) Fui a la casa de mi madre, quedaba a las afueras de mi pueblo, llegue hacia su hogar, me di cuenta que la puerta estaba abierta,eso era extraño nunca la dejaba abierta por miedo o solamente por ser recatada, creí que la dejo abierta por que me esperaba, llevaba pan de lembas y me baje del corcel, entre a la casa y vi un mar de sangre.
Deje el pan encima de la mesa y fui a ver hasta donde llegaba el mar de sangre,tenia miedo no sabia que estaba detrás de eso, sentía una gran angustia mientras lo recorría, luego vi el cuerpo de mi madre en el suelo, corrí hacia ella y me puse de rodillas
-Mamá...
-Hija... No olvides que siempre te he amado,siempre te amaré, que desde la primera vez que te vi iluminaste mi vida...- cuando me dijo eso mis ojos se cristalizaron. Ella dio el último suspiro y cerro sus preciosos ojos verdes, como la pradera mas hermosa de la tierra media, juré que la vengaría ese día, tomé su cuerpo con mucha pena y fuerza, no tenia mucha fuerza pero la lleve hacia el jardín le arreglé su tumba y le di el último beso en la frente y la quemé, tenia mucha ira con el asesino de mi madre...
No seria la misma mujer de antes...