¿Por qué nosotras no?

Capítulo 7: A la mitad de comenzar de nuevo

Termine de bañarme y me maquille y me puse el uniforme que papa me había dejado sobre la cama. Era una camisa blanca de manga corta con el logo de la escuela en un bolsillo en el pecho izquierdo. Decía ''Instituto Rose Anchor" y era una rosa con cadenas y una pequeña ancla rosada. La pollera era a cuadros escósese rojos y bordo y los zapatos eran a elección pero sin tacos ni sandalias. Opte por unas pantimedias color piel ya que hacia un poco de frio y unos borregos negros que quedaban bastante bien y me coloque la campera de la escuela que era un bléiser bordo con el logo de la escuela en un bolsillo.

La verdad era bastante linda.

Baje y me encontré un Lucas muy formal. No pienso mentirme a mí misma; le quedaba súper sexi el uniforme. Era una camisa manga corta blanca igual a la mía y unos pantalones bordo y una corbata escocesa y el mismo bléiser que el mío.

Aunque se notaba que para darle su toque se colocó unas cadenas junto a los bolsillos como tirantes caídos.

Baje, tome un judo de la heladera y un poco de dinero de papa y nos dirigimos a la escuela.

Note que era temprano porque no había nadie pero me tenía que quedar en la oficina. El trayecto fue corto y silencioso, Lucas parecía algo ¿nervioso? No, angustiado más bien.

Ofreció quedarse pero le dije que fuera tranquilo a su aula que no perdiera más el tiempo y se marchó como si estuviera apurado de pronto.

Me senté un rato a esperar en uno de los bancos y me dijeron que la secretaria abriría en unos minutos. Tranquila espere hasta que una niña, atrajo mi atención, llorando se sentó justo en el banco de enfrente de mí.

Me acerque un poco y me agache frente a ella.

-Hola. Me llamo Serena– La salude amable.

La niña me miro, tenía como 9 o 10 años.

-¿Cómo te llamas?- Le pregunte a pesar de que no haya respondido la primera vez.

-Micaela, pero mi mejor amiga me dice Mica.- Me dijo llorando.

- Bueno Mica, que lindo nombre. ¿Y me podes decir por qué una nena tan linda como vos está llorando? – Le pregunte dándole un pañuelo para que se limpiara las lágrimas.

-Mis amigos me molestan, me dicen cosas feas y me burlan porque no tengo hermanos mayores. – Me explico.

-¿Cómo que porque no tenes hermanos mayores? – Le pregunte confundida y me senté junto a ella en el banco.

Se limpió las lágrimas y se sentó bien dispuesta a explicarme.

-Bueno, hay un grupo de chicos y chicas populares porque tienen hermanos populares y siempre los ayudan y los defienden y en lo proyectos escolares los ayudan y en las ferias, pero mi familia es chiquita y no hay más niños que yo y mi gatita Erica.

-Ah, pero vos no tenes que ponerte así por eso. Vos también tenes tus premios por ser hija única. ¿No tenes tu propio cuarto? O ¿no estas tranquila viendo la tele?. Los hermanos pelean y tiene que compartir muchas cosas, la tele, la computadora, la habitación, juguetes... y más cosas. Pero vos no.

-Pero quiero una hermana mayor, siempre quise una, ¿Por qué no tengo una?

-A ver... tengo una idea. Empecemos de nuevo ¿Por qué no formamos un grupo en el que estén solo los hijos únicos o los que no tengan hermanos mayores?

-¿Cómo? – Me pregunto curiosa.

-Claro, como una hermandad. Y voy a ser la hermana que siempre quisiste, yo tampoco tengo hermanas menores. Formemos una.

La niña abrió grande los ojos como si se hubiera ganado la lotería.

-En serio, ¿vas a ser mi hermana? – Me dijo ilusionada.

-Sí, pero... hay que pensar un nombre para la hermandad. – Le dije para que se alegrara más.

-¡Las Hermanas princesas! – Grito, me reí ante su comentario.

-Mmm, porque no mejor en inglés, las... Sisters Princess? –Le di como idea.

-Me encanta. – Dijo ilusionada. – Gracias Serena, a partir de hoy se inaugura nuestro grupo. ¿Puedo unir a mi mejor amiga?

-Si, obvio, decile.

Justo en ese momento una niña se acercó corriendo.

-Mica, Mica. Deja de llorar. – Decía la nena rubia que se acercó.

-Serena, ella es mi amiga Agustina.- Me presento. – Agustina ahora formas parte de nuestra hermandad, pero después te explico.

-Martín Serena. – Dijo una voz autoritaria. Me di la vuelta y era la secretaria.

-Bueno nos vemos después chicas.- Abrí mi mochila para sacar mis papeles y había unas golosinas que había guardado y se me ocurrió algo, tome dos chupetines y se los tendí. – Tomen, ahora son miembros oficiales. – Les dije, se miraron y salieron corriendo felices y me saludaron.

Me acerque a la secretaria y le tendí los papeles. Me miro y me sonrió.

-Waw, nunca vi alguien que haga sonreír a Mica de esa forma. Esa niña sufre mucho últimamente. Tiene muchos problemas, pero aunque nos cuesta hacer que deje de llorar parece que te las apañaste para no tardar nada. Tendrías que anotarte en el comité de fiestas de ese año.

Me quede pensando. Si, seguramente lo haga. El tiempo me sobra últimamente.

-Bueno, Serena, tus horarios, ahora te llevo a tu aula, espérame que agarro unas cosas. – Dijo, se agacho agarro un cuaderno y subió las escaleras para que la siguiera.

Era enorme la escuela y paro frente a un aula bastante organizada, dejo el cuaderno y me llevo... justo al aula de la izquierda. Había un alboroto enorme y todos se movían de un lado para otro, hasta que entro la mujer. Todos se sentado.

- Están en hora libre, ¿se nota mucho? – me dijo al oído la mujer. Me reí por lo bajo.

-Bueno chicos, les presento a su nueva compañera, creo que algunos saben que es la hermanastra de Giorgio Lucas. Espero la integren bien. Bueno Serena siéntate donde quieras. – Y se fue rápidamente.

Me acerque al pasillo de bancos y todos empezaron a empujar lejos a sus compañeros y me hacían seña para que me uniera. Obvio los ignore y vi a una chica que llamó mi atención que estaba al fondo.

Era medio pelirroja con rulos y tenía unos anteojos negros muy lindos. Parecía linda y tímida, estaba sentada sola; así que aproveche y me senté con ella.

Y bueno, nueva escuela, nueva gente.

Después de todos ¿Estoy recién a la mitad de empezar de nuevo, no?