Capítulo 9

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Misty PoV

Sentía al aire entrar con fuerza, respiraba a bocanadas mientras corría tanto como mis piernas me lo permitían, era un enfado de momento, irracional, ¿por qué me molestaba tanto lo que Ash había dicho, es decir, era lo normal, ¿no?, que los chicos durmiesen en una cama cediéndome a mí la otra. Lentamente fui desacelerando la huida a medida que recapacitaba, fue entonces cuando me sonrojé.

-¿Pero que me pasa? –me pregunté a mi misma, pero poco tiempo tuve para tener una plática con la voz en mi cabeza debido a que tan pronto como comenzaba a detenerme la voz de Ash se escuchó a mis espaldas provocando que acelerase de golpe una vez más; esta vez no huía por sus palabras, sino por una irremediable pena, ¿qué respondería si me preguntaba por qué me enfadé?... una excusa... ¡Necesitaba una excusa y rápido!.

La oscuridad que comenzaba a ser cada vez más intensa a medida que me internaba en el bosque impidiéndome ver con claridad hacia dónde iba; mi pie se enredó en la raíz de un árbol y caí con tan mal desfortunio que fui a dar a la parte baja de una ladera. Sentía mi ropa sucia, la piel me ardía en algunas zonas evidenciando que me había hecho daño. Me senté haciendo una mueca, al menos no me había roto nada; el sonido de algo resbalando ladera abajo me hizo alzar la vista, Ash venía hacia mi y eso me hizo sonreír levemente... no, no, algo está mal... la ladera... Ash viene hacia mi... ¡Viene ladera abajo directo hacia mí!...

De nuevo me hallé en el suelo, propiné un sonoro quejido pues me encontraba bajo aquel niño bobo y pelinegro, el impacto debido a la velocidad con la cual bajó fue bastante fuerte así como doloroso.

-Misty... ¿estás bien? –preguntó haciéndose a un lado, yo me tomé un tiempo para respirar pues el peso extra sobre mi me había dejado sin nada de aire.

Tras sentarme le miré con el ceño notoriamente fruncido, si bien antes estuve molesta por algo que aún no entendía, ahora REALMENTE me encontraba enfadada con él. Me acerqué para encararlo.

-¡Ash!, ¿¡Es que acaso no puedes dejar de ser un tonto!? –pregunté moviéndolo un poco con rabia notando como el chico frente a mí se encogía en su sitio.

-Perdona Misty, pero verás yo apenas y conseguí verte caer.. lo hice sin pensar... -una gota rodaba por su cien mientras se rascaba la nuca y reía de manera tonta.. como cada que metía la pata.

Solo suspiré soltándole, no había remedio y en cierta forma no debía culparlo, después de todo gran parte de la culpa era mía, es decir, yo resbalé, y fui yo quien en primera instancia corrió como una tonta hacia acá.

Me puse en pie sin decir nada más, con los brazos cruzados sobre el pecho. Observé hacia arriba, la ladera resultó ser más empinada de lo que pensaba pero tenía que haber forma de salir. Intenté subir sin embargo la tierra de aquella zona se hallaba muy suelta, no tardé en volver al suelo. Ash pasó a mi lado a toda velocidad, en un intento por subir también sin embargo tal y como el mío, su intento resultó en fracaso .Ambos contemplábamos la lejana cima con dificultad debido a la oscuridad de la noche.

-Creo que no podremos salir por ahí... - escuché a Ash comentar en un sonoro susurro, "eso es obvio, tarado", pensé para mis adentros mientras le miraba de mala gana aun molesta por el que hubiese caído sobre mí.

Emitió un sonoro bostezo, ya era tarde, yo también sentía cansada ahora que entraba en cuenta. Una vez más me puse en pie sacudiéndome un poco, le tendí mi mano al pelinegro tarado, quién la miró con la incertidumbre trazada sobre el rostro.

-Busquemos una forma de salir de aquí o al menos un sitio en el cual pasarla noche

Esbozó una sonrisa y se puso en pie con mi ayuda. Comenzamos a caminar siguiendo la ladera, esta se hacía cada vez más pronunciada muy para nuestra desgracia. Los obstáculos se presentaban cada tanto: raíces, piedras, plantas que se enredaban en mis pies... no paraba de tropezar una y otra vez.

Los Inesperados Giros del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora