Skyscraper

¡Birthday!

Estaciono mi auto y me dispongo a examinar el choque. Al final, caigo en cuenta que no es tanto y que es más el susto el que me he llevado. Me encamino hacia el gran edificio plateado en el que voy a iniciar el día de hoy. En la entrada se puede leer: Mallete Enterprises Holdings, Inc.
Me dirijo hacia la secretaria que está en recepción y le pregunto donde está mi oficina.

- En el octavo piso, al lado derecho del despacho del Gerente.

Trago duro. Sí, yo iba a ser la secretaria del magnate de esta empresa. ¿Octavo piso? Como que me daba nauseas subir tan arriba.

Tomo el ascensor; por que ni loca iba a subir por las escaleras; y me dirijo a mi oficina. Al andar por el pasillo me doy cuenta que en mi puerta de oficina está asignado el número 115 y debajo de este hay una plaquita donde se lee: ____________ ____________, Secretaría personal.

Entro a la oficina y me quedo pasmada. La palabra bonita le queda pequeña. Esta pintada en tonalidades crema con cortinas y sillones a juego. Cuadros hermosísimos y además de decoraciones florales. Mi escritorio es de vidrio con silla ergonómica de cuero, ¡y viene con función de masaje! Me siento y miro la despampanante vista que me ofrece de Berlín, mi hogar. Doy vueltas en la silla como una niña pequeña hasta que siento que tocan la puerta. Me detengo, me acomodo en la silla, me ordeno la falda y el cabello, cruzo las piernas, me ajusto los lentes y pongo cara de profesional.

- Adelante - la puerta se abre de inmediato revelando a una rubia de caderas anchas que viene cargada con carpetas llenas de papeles. Las deposita bruscamente en mi mesa y me mira con sus ojos plateados.
- Soy Alessa, y voy a ser quien trabajará contigo. Llegas 20 minutos tarde y tienes un montón de trabajo por hacer, que no se vuelva a repetir o estarás despedida en menos de un segundo, ¿me has oído? Ahora, ponte a trabajar o pediré el cambio por inutilidad.
Da media vuelta y se marcha, cerrando la puerta de un portazo. Me sobresalto y reviso la primera carpeta. En la parte de afuera viene una hoja con todo lo que debo hacer.
Comienzo a ordenar los papeles por orden alfabético y luego comienzo a traspasar datos a la computadora y comienzo a completar la lista que se me ha asignado para el día. Supongo que tengo que tenerla lista hoy a la tarde, así que me apresuro y me concentro hasta que siento que me cruge el estómago. Miro la hora y me sorprendo. ¡Son casi las 4 de la tarde! Me levanto y abro la puerta de la oficina, me dirijo al ascensor para bajar a la cafetería y una vez allí pido un poco de carne acompañado de verduras y papas. Me demoro apróximadamente 45 minutos en comer, desecho la basura y me encamino al baño, tengo ganas de hacer pis así que me doy mi tiempo. Luego me lavo las manos, me resfresco la cara y me arreglo un poco el maquillaje. Al menos mi pelo ya no está tan ondulado por lo que decido dejármelo suelto.
Tomo el ascensor otra vez y voy hacia mi oficina. En el ascensor hay una chica rubia, baja que va de tacones y falda, que habla por teléfono y me mira de vez en cuando. Debe ser por que no me conoce. Se baja en el quinto piso y en el sexto se sube un tipo moreno, elegante y con ojos marrones y mirada dura.
- Buenas tardes - saluda él.
- Buenas - respondo. Llego a mi planta y abro el ascensor. Salimos él y yo. Llego a mi oficina y continúo con mi trabajo. A eso de las 6 de la tarde recibo un llamado.
- ____________, soy yo, Alessa, ven a la oficina 124. Y colgó.
Me levanto de mi asiento y me dirijo a la 124. Toco dos veces y responden: ¡adelante!. Abro la puerta y me encuentro con Alessa, el tipo que iba en el ascenaor y dos chicas más. Una es peliroja y la otra es morena.
- Con que ___________ es tu nombre, ¿eh?
- Bueno, sí - Sonrío y me sonrojo.
- Encantado de conocerte, soy Zayn, Zayn Malik y ellas son Vanellope y Tiare.
- Un gusto - las saludo a ambas de besos.
- La cosa es que, en séis días más, el jefe estará de cumpleaños y como siempre tenemos que organizarle una fiesta sorpresa. Nosotros somos el comité encargado por lo que tenemos apróximadamente cinco días para que todo esté listo.
- Como ... - digo -¿yo también?
- Pues, obvio que sí - responde la rubia - sino, no estarías aquí, dah.
- Vanellope - dice Zayn. La reprende con la mirada y ella agacha la cabeza.
- Queremos que nos ayudes a organizar la fiesta - dice Alessa y sonríe. Al menos así no parece tan víbora como hace un rato.
- Bueno, vale - digo - pero que sepan que he venido a trabajar, no a organizar fiestecillas.
- Más te vale que trabajes - dice Tiare, la pelirroja - o te mandan a la calle como a todos nosotros.
- En ese caso - digo yo - me voy a mi oficina y hablamos de esto luego. Permiso.
Me retiro de la oficina y llego a la mía. Cuando ya son las 7:30 tengo toda la lista de mi quehacer terminada y me desperezo en la silla. Enciendo el masaje y me relajo. Pido una taza de café por telefono a la cafetería y me dispongo a esperar a que den las ocho para poder irme a casa. En menos de cinco minutos llega mi café y detrás de este viene Alessa.
- Que tal - dice - ¿cComo vas?
- Bien - sonrío - Ya he terminado.
- ¿Que? - dice. Me reubico en la silla y espero a que diga algo más, Alessa solo mira las carpetas - ¡Te has acabado el trabajo de la semana en un día!