- ¿Donde estoy?- Mi cabeza dolía demasiado, mis ojos veían borroso, mi voz se oía débil. Estaba demasiado confundida. Un pelirrojo estaba inclinado frente a mi, intentaba sentarme sobre lo que fuera en que me encontraba recostada. Él chico extendió su mano frente a mi. La tome, no tenía más ayuda y el parecía amable. Cuando mi vista se aclaró reconocí el rostro de mi acompañante.
-Gaara, ¿que pasó? ¿donde estoy?- Él me dio una ligera sonrisa.
- En mi casa- Miro hacía la ventana.
- ¿Porque? - Estaba aún más confundida-. ¿Me desmaye?.
- Si, ahora come algo-. Acerco a la cama, que era donde yo estaba, una bandeja con algo de jugo, tostadas, y unos huevos. Los recibí con gusto. Empecé a comer y a mi mente venían más dudas. Al terminar le entregue la bandeja y el la dejo en la mesita al lado de la cama en la que me encontraba.
- ¿Por que me desmaye?- Empecé a interrogarlo.
- Una caída, muy fuerte al parecer. ¿Aún no recuerdas nada?
-Creo que no. Solo viene a mi mente tú rostro sobre mi. Supongo que intenté despertarme antes y no pude.
-¿Solo recuerdas eso?-. Su mirada estaba fija sobre mi. Me ponía nerviosa, me hacia sentir avergonzada.
-Si, por ahora es lo que recuerdo- Giré mi vista a la ventana. El aire empezó a correr y trajo a mi mente otra imagen más- Me estaba duchando-. Dije al recordar la sensación del agua bajar por mi cuerpo- No estaba en mi casa. ¿Verdad?- Él volvió a sonreír.
- No, pero me alegra que empieces a recordar.
- ¿Donde estaba?.- Yo seguía insistiendo en recordar el día anterior.
- ¿Antes o después de tu recuerdo?-. Esta vez su risa fue aún más notoria. No sabía que era lo que pasaba por su mente, y me sentía tonta al no poder adivinarlo. ¿Qué era tan gracioso? Además, el no sonríe a menudo.
- La ducha, ¿en donde estaba en ese momento?
- Aquí-. Dijo clavando su mirada en mi. Me sonroje aún más y tome la sabana que en ese momento me cubría hasta las piernas. La lleve a mi cara. Cuando hice ese movimiento note que no llevaba mis pantalones puestos, tenía puesto únicamente mi ropa interior y mi sudadera morada con un panda a la espalda. Mis ojos hicieron que mi asombro se notará al abrirse demasiado. Me abrace a mi misma mientras mi cara se ponía roja.
- Tú, ¿tú me viste?, ¿que hacía aquí?-, mi mente intentaba recordar todo forzosamente. Levante la voz a continuación-. ¿Por que estoy desnuda en tu cuarto?
Él no respondió. Se acerco a mi. Yo no podía moverme. Mas bien, no quería hacerlo. Se acerco a mi hasta que me mi espalda choco con la madera tallada que adornaba su cama. Acerco sus labios a mi oído y susurro.
-¿Quieres la respuesta? ¿o te lo explico a detalle?- Tomo uno de los mechones de mi rostro y lo puso detrás de mi oreja.
Mi corazón latió con fuerza. Siempre esperé este momento. Tener a Gaara frente a mi y poder besar sus labios. Que el fuera mi primer beso, siempre fue mi único amor. El hombre de mis sueños estaba frente a mi, seduciendome. Sentía su aliento rozar mi piel, quemaba, y ¿mi interior? si, se consumía en un fuego capaz de opacar al sol. No podía hablar, a mi mente venían imágenes del día anterior.
Una botella, dos, mi cabeza daba vueltas, otra más, sentía mi cuerpo adormecido, otras botellas más y veía la puerta de Gaara frente a mi. Él abrió, me abalance sobre él. Lo besaba desesperadamente, queriendo devorar sus labios. Lo mordí un par de veces, el sujetaba mi cabello, profundizaba aquel beso. De un momento a otro se detuvo y me separo de su cuerpo, dijo unas palabras que no comprendí y me llevo con él hasta este cuarto, directo a la ducha. Comenzó a desvestirme e intentaba hacer lo mismo con él. Sujeto mis manos y me detuvo, entonces intente desvestirme por mi cuenta, pero no podía. Cuando estuve totalmente desnuda intente besarle, pero me aparto de nuevo. Volvió a hablar y me dijo: - Hoy no- Abrió el grifo y el agua fría empezó a caer sobre mi. Empezaba a relajarme. Él salio llevándose mi ropa. Sentí que caía, y después un golpe.
Lleve mis manos a mi rostro y baje mi cara. El empezó a rodearme en un abrazo y dejo un beso en mi cabeza.
- No paso nada-. Dijo recuperando su tono de voz serio- Te lo juro. Solo cuide de ti.
- Yo, yo, de verdad, yo lo siento-. No sabía que decir. Tuvo la oportunidad de hacerse de mi y al contrario, me rechazo. No sabía que pensar. ¿Acaso era tan desagradable?, ¿sintió lastima por mi?. No importaba, jamás podría verlo al rostro- Debo irme- Había dolor al pronunciar esas palabras- Mi ropa, ¿puedes darmela?
- No- Me abrazó con más fuerza- No quiero que te vayas así- Sus manos sujetaron mi rostro, acerco sus labios a los mios y me besaba como la noche anterior, con una pasión desesperada.
Me imito en la manera de morder, gemí ante ese detalle, me dejaba llevar en sus brazos, mientras una de sus manos me tomaba por la espalda y me ayudaba a recostarme. No había palabras, con las miradas bastaban. De un momento a otro ya estaba sobre mi, quitandose su camisa, botón por botón. Mi consciencia estaba vez si estaba presente, recordandome que yo era todo una novata. Mi interior gritaba buscando a la chica del día anterior para darme fuerzas. Estaba dispuesta a dar lo mejor de mi mientras veía al hombre mis sueños deshacerse de su ropa, me giré rápidamente tomándolo por sorpresa y cuidando no caer al piso. También me deshice de mi sudadera de la manera más lenta y sensual que pude. Tenía que impresionar a este hombre a toda costa. Como pensé, no tenía puesto sostén. El sonrió de una manera diferente, de una manera que yo no conocía, que nadie en realidad, pero que sabía, a partir de hoy, vería con mucha frecuencia.
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One shot Naruto Shippuden
FanfictionEn este libro pondré los one shot que vayan apareciendo en mis sueños... Si, sueño mucho, o lo imagino, no sé, pero aquí los pondré uno a uno. Usaré los la mayoría de los personajes de Kishi-sensei.