Capítulo 29: Síntomas de Terror.

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CAPITULO FINAL.

Él cielo, totalmente rojo, nubes negras, columnas de humo.
Ariane estaba tirada en él suelo.
Todo había pasado tan rápido.
Primero, Brandon dentro del circulo de sangre.
Segundo, El cantico que recitó Brandon.
Tercero, El rayo de luz que había salido disparado al cielo, arrojando a Brandon  y a Ariane a extremosas opuestos del cementerio.
Todo había sido horrible.
Incluso al ver como el humo comenzaba a aparecer por toda la ciudad.
Zalgo había comenzado a cantar.
Su séptima boco se había abierto.
Se escuchaban los gritos desgarradores y desesperados de las personas.
Ariane se levanto.
Estaba cansada, y le dolían las piernas.
Las cuales tenían algunos raspones.
El cabello de Ariane estaba todo despeinado, y en todas las direcciones.
Su piel estaba algo descolorida.

Se levanto del suelo, y tardo en recuperar el equilibrio.
Miro a todas partes.
Todo estaba destruido, bueno la mayoría.
Y sobre todo en la lápida en la que estaba Brandon.
Y hablando de este, él chico yacía inconsciente en el suelo.
Ariane se acerco a él mentamente.
Se puso de rodillas.
Sabía que estaba vivo, y ademas su pecho descendía y ascendía.
Indicando que respiraba.
Toco su pecho.
El lugar donde tenía una cortada en forma de "X"
Comenzó a llorar, al darse cuenta de que encerio, ya no tenía corazón.
Lo tomó de la mejilla.
— Brandon... Lo siento... Mucho.— Se apoyó en su pecho, y soltó el llanto.
Estaba destrozada, absolutamente.
Su mejor amigo estaba justo bajo sus manos.
Ariane no podía creer que se había vuelto malvado.

Enseguida detrás dé ella aparecieron sus "amigos."
Slenderman le tocó el hombro a la chica.
«Si despierta, será un problema Ariane»
Dijo Slenderman mentalmente.
Ella asintió.
Y fue directo a abarazar a Ben.
Era sierto que lo quería, pero estaba comenzando a cuestionarse sí encerio lo amaba.
Tenían muy poco tiempo dé conocerse, y ella sabía muy bien que el amor no era cómo en los libros.
Nunca surgía de la noche a la mañana.

Slenderman tomo la chamarra de Brandon.
Y ambos desaparecieron, como si fueran humo negro.

Poco después, Slenderman apareció en un risco, el cuál estaba a varios metros del mar.
Agitándose y violento.
A lo lejos se veía una ciudad incendiándose, siendo destruida.
Los gritos sé escuchaban hasta esa distancia.
La costa de Marshall, conocida por el gran risco en el que se encontraban.
Era algo peligrosa.
Slenderman tomó a Brandon y lo puso sobre el vacío.
— Crees que ella estará a salvó?— Slenderman volteó a verlo, el chico tenía una cortada quemada en el lado izquierdo del rostro.
Mas sin embargo, podía abrirlo, y este ojo se habia transformado ahora de un color violeta, y su pupila, parecía un corazón roto.
«Valla que lo estará, lejos de ti, sirviente de Zalgo, eres simplemente repulsivo.»
Brandon se rió.
— Brandon the Heartbreaker... Es un lindo nombre.— El chico sonrió, aparte de que ya tenía una sonrisa cortada.
Slenderman sólo soltó al chico, y este calló en las aguas violentas y oscuras del profundo mar.
Donde el debería estar.

Slenderman apareció dé nuevo en el cementerio.
Todos estaban callados.
Y al parecer Ariane se había calmado un poco.
Ella se levantó en cuánto vío a el ente delgado.
Lo abrazó tan fuerte como nunca.
Y Slenderman, al no estar acostumbrado a este tipo dé afectos, se sorprendió mucho.
Se arrodilló para estar a la altura de Ariane.
«Tienes qué irte»
Le susurró, mientras tocaba su mejilla.
— Que?!— Respondió atónita.
«Corres mucho más peligro estar en esta ciudad que ha sido condenada por Zalgo.»
Sí Ariane ya no estaba llorando, ahora si que lo estaba.
— El tiene razón Ariane, estarás mejor en otro lugar.— Dijo Ben.
— Pero dónde?!— Ella seguía triste y horriblemente cansada.
Slenderman metió una mano en su sacó.
Del cuál sacó una carta.
Al ver la letra de esta, se desplomó al suelo.
Se llevó una mano a la boca para reprimir el llanto.
«Este era el regaló de cumpleaños de tú padre... Él quería dártelo personalmente»
Ariane tomo la carta.

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