¿Me das una galleta?

Diecisiete

Lilith
Estar con Adam era mi parte favorita del día. Era increíble lo que el me hacia sentir. Nos la pasábamos hablando y riendo de puras estupideces. Me encantaba verlo. Me encantaba ver sus ojos ámbar y su pelo negro y rizado, que me daban ganas de enroscar su pelo entre mis dedos. No se como antes no pude haber fijado en el.
Adam me había invitado al cine, en vez de decírmelo, lo había escrito en un paquete de galletas.
-Emm... Si- le contesté.
Después hubo un largo silencio incomodo. Todo eso era demasiado raro.
-No me has dicho donde vives.- Adam interrumpió el silencio. Le escribí mi dirección en la palma de su mano y después de eso, me dedicó una sonrisa. Yo también sonreí.
Nos la pasamos un buen rato en silencio, yo todavía seguía sonriendo. Estaba segura que nada podía ser más incómodo que eso.
-¿Sabes? Te vez hermosa cuando sonríes.- me dijo.
No pude evitar sonrojarme al máximo. Adam pareció notarlo.
-Emm.. Bueno... ya me voy
Yo quería detenerlo, quería decirle que se quedara conmigo, pero no pude decir ninguna palabra. No con estas palabras rondando por mi mente.
"Te vez hermosa cuando sonríes"
Vi que Adam ya estaba lejos, caminando lentamente, como si no quisiera irse, y me dejó sola, ahí parada, con mis labios formando una enorme sonrisa.