Veinte

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Adam
La madre de Lilith me cerró la puerta en la cara. Ni siquiera me dejo presentarme. Me quedé parado frente a la puerta. Oía como su madre le gritaba detrás de la puerta. No pude evitar sentirme mal. Yo amaba a Lilith. Amaba  sus ojos, sus labios, amaba la manera en la que me susurró "yo también te amo". Amaba la calidez de sus manos cuando las entrelazó con las mías. Siempre que estaba con ella, sentía que todos mis problemas desaparecían. Después de varios minutos , decidí regresar a mi casa en silencio.

Lilith
-¿¡Me puedes explicar que estabas haciendo con ese tipo allá afuera?!- mi madre estaba furiosa. Yo no dije nada. Trataba de revivir ese momento en mi mente ¿Por qué siempre algo tenía que arruinar el momento?
-¡Lilith! Dime quien era ese tipo- mi madre irradiaba furia.
-¿Quieres saber quien era? El era mi novio.- le dije, y antes de que pudiera contestar algo, ya había cerrado la puerta de mi habitación.

***

El fin de semana fue eterno. Mi madre me había castigado,  así que no tenía teléfono y no podía hablar con Adam. Jessica fue a mi casa a ver películas. Le conté todo lo que había sucedido con Adam, pero ella se veía celosa, igual que la otra vez.
Estar con Jessica ya no era lo mismo. Ella era mi única y mejor amiga, y se había vuelto más distante con migo, y todo eso gracias a Adam.
Una pequeña parte de mi odiaba a Adam, por hacer que me distanciara de Jessica. Pero otra parte de mi lo amaba por el simple hecho de existir.

¿Me das una galleta?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora