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28 de octubre de 2015
10:14 am
Al llegar al aeropuerto siento entre miedo y emoción.
Me aterran las alturas pero vamos a mi ciudad favorita. Sentimientos opuestos, me suele pasar. De hecho, ¿a quién no?Lo primero que hago cuando llego al avión y me siento en el sitio correspondiente es coger mi iPod y encenderlo.
En cuanto éste se enciende, veo mi fondo de pantalla, que es Harry Styles, mi sunshine.
Para mí, él es lo más preciado que tengo en mi vida.Es la única persona que me hace sonreír cuando solamente quiero llorar.
Es el único que me hace llorar de felicidad. No tiene sentido pero él es quien que me hace llorar riendo y reír llorando.
Me quedo embobado mirando a ese ángel mientras sonrío como un tonto presenciando la sonrisa que luce en esa foto.
Abro la aplicación de la música y me paseo un rato decidiendo qué álbum escoger. No me cuesta mucho decidir, Up All Night es el elegido.
Lo pongo en aleatorio como acostumbro a hacer, y suena mi canción preferida de ese disco, Stole My Heart.
Escuchar a mis bebés siempre me pone de buen humor, pero esa canción es otro nivel.Casi me da un ataque mientras despegamos, pero me voy calmando a medida que el vuelo transcurre.
De hecho, volar leyendo un libro no está tan mal, hasta me podría gustar.
En el momento en el que el avión termina de despegar mi tía me suelta las palabras que nunca habría esperado escuchar:
-¡Ya estamos en Londres!