Capítulo 1

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Morgan

Tengo 18 años, por fin soy mayor de edad, la verdad que este día lo esperaba con muchas ansías no solo por el hecho de ser mayor de edad, sino porque eso significa que por fin me puedo ir de casa... ¿a dónde? No lo sé pues no tengo dinero.

Me llamo Morgan, no soy muy alta, tengo ojos verdes, la verdad, fea no estoy pero tampoco soy la gran cosa aunque eso no quiere decir que cualquiera puede venir y hacerme sentir poca cosa.

Mi vida no ha sido fácil, siempre ha estado llena de problemas. Y como no con un padre alcohólico y una madre sumisa que le hace caso en todo.

Muchas veces me pregunté cómo mamá aguantaba a papá y lo peor dejarse golpear y si eso no fuera poco dejar que me golpeara a mí y a mi hermano, al principio yo la defendía pero luego de ver que ella no hacía nada por nosotros, me limité a no hablar, más solo miraba y en lo que los años han pasado ya no sé ni siquiera qué es lo que siento ya por mi madre, si lástima o desprecio porque amor no es, eso lo tengo muy seguro.

Desde pequeña me tocaba andar rondando de casa en casa, cuidando a mi hermanito ya que mis padres nos dejaban donde cualquier vecino sin importarles si nos trataban bien o al menos preguntar si estábamos bien allí, mi hermanito Alessandro que hasta la fecha aún no sé nada de él, me lo arrebataron hace 3 años, yo tenía 15 años cuando unos tipos entraron en casa y se llevaron a mi hermano, yo no pude hacer nada por él pues me agarraron y me golpearon hasta dejarme inconsciente, desde ese momento no volví a ver a mi hermanito, desde ese día me quedé completamente sola, aguantando a mis padres, si es que a esas personas se les puede llamar así.

Hago mi maleta y todos los papeles necesarios y me dirijo a la salida y allí están Leonardo y Beatriz, dormidos y de seguros ebrios o drogados aunque eso hace más fácil que me largue de aquí.

Salgo de la casa y me dispongo a caminar, lo primero que pienso es que tengo que buscar un trabajo, gracias a la vida que he tenido puedo hacer de todo y sé que conseguiré trabajo rápido.

Solo espero que me salga todo bien puesto que ni siquiera tengo donde dormir... después de haber caminado mínimo una hora, veo una especie de bar y entro, está un poco lleno, cuando iba a retirarme una chica rubia, alta y de ojos azules me detiene.

– hola, ¿cómo te llamas? - me pregunta la rubia

– Me llamo Morgan – la chica hace un gesto con los ojos como si mi lejanía o el querer protegerme a mí misma le causara gracia.

– Yo me llamo Lorriane – la chica me sonríe mucho

– oye, ¿vas de viaje o algo así? - la verdad no sé qué responder

– No, estoy buscando empleo – la chica me mira con una enorme sonrisa

– entonces, bienvenida, claro, si quieres trabajar aquí – ¿esto es en serio? me pregunto al ver la reacción de la chica.

– y ¿me vas a contratar así, sin conocerme? - nadie contrata a nadie sin antes dar una entrevista

– mira, yo soy la dueña de este lugar y todos los que trabajan aquí, incluyéndome a mí, hemos sido nómadas y pues aquí estamos, además tú me inspiras confianza, entonces, ¿aceptas quedarte con nosotros? - esto es una especie de milagro, no podría ser otra cosa.

– Por supuesto que sí, te lo agradezco mucho, gracias por la oportunidad – estoy muy emocionada, nunca pensé que fuera a encontrar trabajo tan rápido

– no es nada, sólo da lo mejor de ti, ¿ok? - por supuesto que daré lo mejor de mí

Lorriane me deja en la barra y se va, empezaré hoy en la noche en mi nuevo trabajo, espero que desde hoy todo empiece a salir mejor.

APRENDIENDO A DECIR TE QUIERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora