Yo, un gato recién nacido, abriendo los ojos al mundo, lo primero que veo es una lengua que me lame la carita. No se qué pensar, ya que es una sensación nueva y que en un principio me gusta.
Apenas eso que me lame la cara se da cuenta de que soy consciente me dice:
–hola, mi bebé, yo soy tu madre y me llamo Amalia.–Dijo con dulzura–bienvenido a este mundo.
La miré con asombro y curiosidad por lo que acababa de suceder y intenté pronunciar una palabra. Sólo escuche salir de mi boca un "Miau".
–Tranquilo pequeño, ya empezarás a hablar.–dijo mi madre–Ahora vete a dormir.
Mientras decía eso una increíble sensación de somnolencia invadió mi cuerpo y caí a la cestita (lo último que pude reconocer antes de caer).
Al día siguiente desperté con mucha hambre y me acerque hacia mi madre la cual me dio a beber leche de un platito de porcelana.
Luego de beber ella me mostró a mis hermanos, 1 gatito y 1 gatita.
–El es Tulus.–dijo señalando a mi hermano–
–Ella es Marie.–dijo señalando a mi hermanita–
Yo asentí con la cabeza e intente pararme, pero no pude, sólo me podía arrastrar.
Pasaron los días y empece a hablar y a caminar, luego a explorar. Descubrí que el lugar en el que estaba era un claro de un bosque y yo estaba en una cestita, bajo una caja como techo.
Me encantaba salir a jugar con mis hermanos y nuestra mamá nos decía siempre que no saliéramos del claro.
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Un gato, un niño, una Aventura.
AdventureKosey, un gato gris y simpático, junto a su amo, un niño de tan solo 11 años, viven aventuras en un mundo mágico. Una historia de aventura, acción y, por supuesto, cariño y afecto mutuo entre un gato y su dueño