La casa del niño era chiquitita pero acogedora, tenía un sofá en la entrada, juntó a una mesita, una despensa, una cocina y en una habitación aparte tenía su cama con un velador y arriba del velador tenía una foto de una mujer.
–¿Quien es ella?-pregunté-
–Ella es mi mamá.-dijo con un tono triste-
–¿Y donde esta?-dije, pensando que estaba de viaje-
–Esta en el cielo.-me dijo a medio llorar-
–No estés triste, piensa que sigue viva en tu corazón.-lo consolé-
–¿Que le pasó?
–Un día fue a sacar agua del río, de repente cayó y como no sabía nadar se ahogó.
Hubo un gran silencio entre los dos, por más o menos un minuto y luego cambie de tema.
–¿Como te diviertes?
–Cerca de aquí hay un pueblito, donde hay otros niños. Allí voy a jugar y allí me dan algo de comer.
Me estoy empezando a dar cuenta que la vida del niño es más triste de lo que creía, y que no tenía a nadie que le diera cariño. Así qué decido que me voy a quedar con el, ya que los dos necesitamos un compañero.
–Juguemos!!-le digo alegremente-
–¿A qué?, no se me ocurre nada
–¡A las escondidas!-digo corriendo, para esconderme-
–¡Voy a por tí!-dice corriendo-
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Un gato, un niño, una Aventura.
AvventuraKosey, un gato gris y simpático, junto a su amo, un niño de tan solo 11 años, viven aventuras en un mundo mágico. Una historia de aventura, acción y, por supuesto, cariño y afecto mutuo entre un gato y su dueño