El timbre sonó para finalizar las clases de la mañana. Nunca me cansaré de oírlo. Es música celestial para mis oídos. Voy junto con una amiga dirigiéndonos fuera del colegio ya que a los alumnos de bachillerato nos dejan salir fuera del recinto escolar durante esta media hora que dura el descanso. Lara, me habla sobre su fin de semana en Florencia. Qué envidia. Intento prestarle toda mi atención cuando veo de lejos a alguien familiar. No sé quién es pero me suena de algo, lo habré visto por la calle seguramente... Vuelvo a prestarle interés a lo que me dice mi amiga cuando me doy cuenta de que ya ha terminado de contarme su viaje así que decido sonreirle y alegrarme por ella, a ratos odio ser tan despistada... debería cambiarlo. Lara llama mi atención repitiendo mi nombre varias veces, así que giro mi cabeza para mirarla.
- Alex, Alex mira!
Miro hacia mi izquierda y me encuentro con el grupito de chicos de primero y segundo de bachillerato, me percato de que hay tres que se separan. Uno de ellos es el que ha subido las escaleras conmigo hoy. Son los típicos que van a clase fumados y ni siquiera abren el libro cuando tienen un exámen. También he de decir que son monos... bueno guapos. Vale, son guapísimos, pero lo mismo que tienen de guapos lo tienen de cabrones. Lo sé porqué una amiga estuvo con uno de ellos, Lucas y todo acabó en lágrimas.
-¿Que pasa tía?-Me he enamorado de ese
-¡Lara!
-¿Que?
-¡No sabes ni como se llama!
-¿Cómo que no?
-¿Que no que? Se nos unen Erika e Ivy a la conservación
-Lara... que se ha encaprichado de ese tipo el cual ni siquiera sabe su nombre- Digo yo.
-Sí que lo se - Afirma Lara
-¿Habláis del moreno? - Pregunta Ivy
-Se llama Alex, tiene 17 años y cumple los 18 en diciembre, el 23 -añade- Ha repetido primero de bachillerato. Su mejor amigo es el más alto de los tres, - El que me ha acompañado a clase esta mañana, pienso- Su color favorito es el rojo, juega a futbol y tiene moto - Concluye Lara.
-Tienes que parar de cotillearle el instagram- Ríe Ivy
Todas nos unimos a su risa, incluida Lara.
-Lo más gracioso es que se llama como tú, Alex - Me dice Erika
En mi cabeza pienso que es penoso tener nombre de chico. Bueno me llamo Alexandra pero desde pequeña me han llamado Alex.
-Es curioso. - Hablo yo.Todas nos callamos cuando nos damos cuenta de que vienen de cara a nosotras. Así que yo les digo de ir a un banco para sentarnos intentando evitarlos.
Una vez sentadas Ivy me ofrece un cigarro, he de acordarme de ir a comprar esta tarde. Cuando voy a encendermelo me percato de que el mechero se ha quedado sin gas. Perfecto. Lara de repente se ofrece a pedirles que nos presten mechero y aunque es una tontería, me considero muy insegura y busco a alguien más por la calle con la mala suerte de no ver a nadie, absolutamente nadie que esté fumando. Genial, susurro irónicamente. Finalmente decido ir a pedirselo a ellos, acompañada de Ivy ya que tampoco puede encenderse el suyo. Como se están acercando cada vez más a nuestro banco, no voy hacia ellos. Cuando llegan a nuestra altura me levanto junto a Ivy y los paro.- Perdona -me dirijo al más cercano que tengo. ¿Tienes fuego?
-Mi amigo sí - Me contesta Lucas, refiriéndose al chico del que hablábamos antes. ¿Cómo se llamaba? Ah si, Alex.
Toma - Me dice el castaño extendiéndome el mechero
Lo miro y intento observar al máximo su rostro. No es el chico más guapo que he visto, pero tiene algo, que no se que es que le hace realmente atractivo. Procuro quedarme con cada peca de su cara antes de cojer lo que me esta ofreciendo. Parece estar serio o simplemente puede que sea su expresión pero me siento inquieta ante esa forma de mirar que tiene. Finalmente hago uso del clipper, el cual es de color verde que tiene dibujado una especie de calabera artística con más colores. Es bonito. Se lo devuelvo dándole las gracias y giro sobre mis talones para volver al banco con las demás no sin antes esperar a que Ivy también se encendiera el suyo. Pero antes de dar dos pasos, oigo que me llaman, no sé cuál de los tres. Giro mi cuerpo de nuevo aunque no todo, solo de cintura para arriba.
-¡Oye!
-Dime - me intereso yo
-Yo tengo mechero, y tu, ¿tienes Whats?
Me quedo helada y noto que mis mejillas arden, y mis manos se vuelven frías. Yo solo ruego que no se note así que me hago un poco la desinteresada. Me río y a continuación le digo:
-No soy de ligar por chat. Pero buen intento. Vuelvo a reirme y mis amigas me acompañan mientras uno de los dos chicos que va con el sonríe y el otro mira hacia otro lado como si no quisiera saber nada de lo que estamos hablando. Aunque parece que también le divierte la situación. Vuelvo a girarme con aires de seguridad y esta vez sí que me siento.
- No te hagas la dura, niña, si seguro eres de las que cuando llegan a casa ya está buscando mi perfil en Facebook. Esta vez quiénes se rien con un poco de maldad son ellos.
-Chaval, que tengo novio - miento. Búscate a otra que te ría las gracias.
- Jajaja, pregúntale a tu novio de mi parte, si no había otra niñata aún más fea que tu en la discoteca.
Decido mandarlo a la mierda porque no quiero seguir hablando con él. Me repugna bastante y no quiero que me haga sentir mal. Me levanto del banco y mis amigas y yo nos vamos.
- ¡Oye! ¡Niñata! -Me grita mientras me voy.
Procuro no girarme, pero me están entrando unas ganas de girarle la cara impresionantes.
- ¡Pero no te enfades! Venga, que si quieres quedamos un día y me miras todo lo que quieras, que no hay manera de que me quites el ojo de encima.
Mierda, a ratos soy despistada y muy observadora. He de dejar de hacer eso, me regaño a mi misma. Le enseño mi dedo corazón sin mirarle y le insulto llamándole despechado. Oigo perfectamente como se rien y de repente oigo a Lara diciéndoles que se fueran a la mierda, otra vez. Sonrío dirigiendome a Lara y le ofrezco las últimas caladas que le quedan al cigarro. En poco rato estamos de vuelta al colegio. Solo espero que se pasen rápido las clases que quedan y no volver a cruzarme al imbécil ese otra vez.
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