Me encuentro sobre el césped mirando las estrellas y no se cual brilla más, no todas la estrellas son iguales, no todas brillan igual, pero todas son estrellas.
Me sentía tan rota que cortaba y tan fría que quemaba.
Nada es eterno pero todo el mundo necesita un amor que por lo menos dure toda una vida.
Me gustaría estar a tu lado.
-No puedo seguir así- me digo a mi misma. No me puedo romper yo para mantener completos a los demás.
Decido entrar a casa y aunque la estufa calienta la fría noche de invierno, mi interior esta congelado, mi alma esta destruida y mis esperanzas están perdidas.
Una fría lágrima cae por mi mejilla, cada lágrima me recuerda a ti, a tu mirada, a tu sonrisa, a tus ojos, lo recuerdo todo de ti.
Pero también recuerdo que ya no estas conmigo.
Al pensarlo me pongo más triste, mi angustia aumenta, ya nos has dejado, sin ti yo no tengo nada, eras la luz de mi mañana.
-Estas bien- me pregunta curiosa mi madre.
-Dylan ya nos a dejado- digo con un hilo de voz.
Veo como ella entristece, y a pesar de que me quiere ayudar también esta triste.
-Voy a dejar el instituto- le digo claramente.
-No quiero seguir alli, donde hemos pasado juntos miles de aventuras y que ya nunca volvamos a pasar ninguna- le digo para razonar mi decisión.
-Mañana con calma hablamos- me dice mi madre.
Me voy a la cama e intento dormir.
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LA CIUDAD SIN CIELO
Teen Fiction¿Qué pasa cuando se abrazan el amor y la muerte? ¿Se muere el amor? ¿O se enamora la muerte? Tal vez la muerte moriría enamorada y el amor amaría hasta la muerte.
