Mistyc Falls paralelo, 10 de mayo de 1994.
-Uhm, ¿Un día duro Damon?-El castaño preguntó sin dejar de comer sus adoradas cortezas-Oh, perdona. Yo me llamo Kai, encantado. ¿Cortezas?-Tendió la bolsa de frituras y sonrió.
El Salvatore estaba perplejo, supuestamente no habia nadie más aparte de Bonnie y el.
El molesto ruido de las cortezas lo sacaron de sus pensamientos-¿Quieres parar de una vez?.
-¿Te molesta este ruido?-Se balanceó como un niño en esa silla de jardin-Uhm, no sabes lo que es oir vuestras constantes peleas.
-Nos has estadosiguiendo.
-Claro que si. Sois lo mas parecido a una televisión que tengo, no sois los vigilantes de la playa, pero....¿Te acuerdas de los vigilantes de la playa?-Sonrió recordando aquella antigua serie.
-No, ni ganas.
-No sabes lo que te pierdes, ¿Te gustan las socorristas buenorras?.
-Hoy a sido un día especialmente malo en un mar de dias malos, osea, dime quien eres, que haces aqui y que tiene que ver conmigo o te arrancaré el cuello.
-Ese mal genio te va a meter en líos. ¿Cuantas veces a espantado a Bonnie? Oh, espera, lo se, trece-Volvió a sonreír con burla.
-¿Crees que tengo mal genio con ella? Ella me cae bien, tu me caes fatal-Con velocidad vampirica lo cogió del cuello y lo levantó de la silla.
-Vale, vale, lo siento, en serio, es que...ultimamente he perdido practica en las relaciones humanas-Damon lo soltó y Kai sonrió internamente.
Pero no con las sobrenaturales-Pensó.
-Respuestas, ahora.
-Deberias tomar un trago, normalmente te calma-El pelinegro se acercó al estante y antes de coger una botella soltó un "Gracias"-luego te cabrea, te deprime y te vuelve a calmar, es un circulo vicioso.
Hizó un ademan de manos mientras que Damon asentia quitandole el tapón a la botella de alcohol.
-Y si de verdad quieres saber porque te estoy siguiendo-Hizo una pausa-Es porque quiero matarte-Entoncés el vampiro comenzó a escupir el liquido-Vervena en tu bourbon, ¿Como no lo has visto venir?.
[......]
-Estupida Katherine-Bebió de la última bolsa de sangre y siguió su camino hasta el pueblo.
Sonrió al ver el letrero que daba la bienvenida a Mistyc Falls. Estaba cansada, tuvo que ir hasta Carolina del Norte para conseguir sangre.
No podía alimentarse de su compañero de celda, a pesar de lo hambrienta que estaba.
Siguió caminando hasta llegar a la mansión de huéspedes de los Salvatore, ese lugar era el único que la hacía sentirse en casa.
-¿Kai?-Entró por la puerta que estaba extrañamente abierta, nunca la dejaban abierta.
-¿Donde estas, Kai? No estoy de humor para tus bromas-Molesta, caminó hacía la biblioteca.
-¿Natalie?
Y en ese instante su corazon comenzó a saltar de la alegría.
-Damon.