Independiente

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Porlyusica nos dio aquella noticia y salió sin decir nada. El ambiente era de preocupación, todos estábamos mirando a Natsu, pero él no reaccionaba. Erza tomó su otra mano y Gray le quedó sólo observaba.

Gray: Oye, Natsu -susurró-

Natsu: Suéltenme... ¡Suéltenme! ¡Déjenme solo!

No pudimos negarnos ante su voluntad. Salimos de la habitación, escuchando como golpeaba la pared, viendo la cara de interrogación del resto del gremio.

Lisanna: -se acerca a mí- Lucy... ¿Qué dijeron, qué pasará con Natsu? ¿Podrá... volver a ver?

No quería responder eso, porque dentro de mí aún había una pequeña esperanza. Pero a ellos no quería mentirles, así que miré a Lisanna y moví la cabeza a ambos lados. Vi como todo el gremio decayó, pero no podíamos hacer nada. No sé en que momento se fueron todos, ni cómo me quedé dormida, sólo que desperté en el sofá y al abrir los ojos vi a Natsu apoyándose en las paredes, intentando avanzar sin caer.

Lucy: -parándose- ¡Ten cuidado! Si necesitabas algo, tan solo debías pedírmelo

Natsu: Lo hice, te llamé pero no respondiste y estaba preocupado 

Lo ayudé a volver a la habitación, acostándolo.

Lucy: Ahora que estoy despierta -bostezo- no dudes en llamarme, ¿bien? Aún estás débil por la caída

Natsu: ¿Tú crees? -sonríe-

Esa sonrisa me demostró que algo malo pasaba y era cierto, a ambos lados de la cama había dos grandes hoyos que cruzaban la pared. Suspiré decidida a ir a preparar el desayuno, pero su mano se sujetó de mi ropa y no me dejó avanzar

Lucy: ¿Qué necesitas?

Natsu: Quédate conmigo -baja la cabeza- Es triste estar en la oscuridad solo

Sentí como su voz se quebrantaba lentamente mientras me decía esas palabras. Necesitaba hacer algo para animarlo, pero no sabía qué. Lo único que se me vino a la mente fue comida. Le dije que saldría de compras y volvería en unos minutos; diciéndome él que estaba bien. Pero al regresar a casa vi mi cuarto destrozado, y a Natsu gritando con impotencia. Me gané detrás de él y le sostuve los brazos.

Lucy: ... Traje pastel, ¿qué tal si invitamos a los demás?

Su respiración se calmó.

Natsu: No. No estoy inválido ni enfermo como para que me vengar a ver. Vamos al gremio

Fue una petición que no supe si realizar. Pero sin más, lo ayudé a que se colocase su ropa habitual y caminamos juntos al gremio. Fue difícil llevarlo a través de la ciudad, pero llegamos. Ahí estaban todos, mirando con asombro nuestra llegada. Todos corrieron, actuando lo más normal posible. Mirajane se preocupó de repartir los aperitivos, Happy voló a ver a su compañero después de algún tiempo y toda la demás atención se centró en Natsu.

Gray: Así que el fuegito se quedó sin ver -bromeó, en su intento de ser normal-

Natsu: ¿Quieres pelea, exhibicionista?

Los quedé mirando un poco asustada, pero ya no había quien los parara. Después de pelearse a través de las palabras durante un rato, Natsu dio combos al aire buscando dónde estaba Gray. Eso fue algo que desanimó a todos

Natsu: ¡Vamos, no te escondas cobarde!

Gray estaba quieto frente a Natsu, viendo lo intentos de éste por darle un puñetazo. Sorprendido y anonadado, caminó y se fue del gremio. Creo que recién había tomado el peso del asunto. Vimos a Juvia correr tras de él, así que intentando olvidar el tema, repartimos comida para todos. Natsu comenzó a comer, y todos lo mirábamos. El ambiente festivo del gremio parecía apagado.

Natsu: Siento la lástima sobre mí. Si van a seguir así, mejor será irme de aquí.

Vi como Natsu llamó a Happy y juntos se alejaron. Dejé la comida ahí, tomé mi abrigo y salí corriendo tras de ellos. Llegaron hasta el río donde pezcaban habitualmente, ahí ambos comenzaron a platicar. Sobre un tema que admito que, no me gustó.

Yo seré tus ojos |Fairy Tail|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora