Yo seré tus ojos |Fairy Tail|

Siempre en ti

Me siento perdido. No sé lo que pasa a mi alrededor, y aunque intente saberlo nadie me responde nada. Hace más de una semana que salí a hacer la primera misión ciego, y desde entonces no he sabido nada de Lucy. Salió de la casa, seguramente furiosa por mi comportamiento. Cuando Gray y Erza llegaron, alterados, les pregunté el paradero de Lucy pero hasta el día de hoy aún no me responden. He intentado enmendar mi error, aprendiendo a hacer pequeñas cosas solo, así para cuando Lucy vuelva mostrarle lo decidido que estoy de superarme y continuar mi vida, junto a ella. Vuelvo lentamente a hacer mis cosas, cómo ir a pescar con Happy e incluso pelear contra el nudista.

Hoy me desperté temprano, y me iba a dirigir al gremio, pero tal como me desperté, algo hizo que me volviera a dormir. No sé cuanto tiempo pasó, pero cuando abrí los ojos vi a través de la ventana que la noche caía sobre Magnolia... Vi que... Vi..., ¡VI!

Natsu: ¡P-Puedo ver!

Las lágrimas caían de mis ojos por la emoción, a pesar de que mi vista era borrosa era demasiado diferente a estar en la oscuridad. Me levanté, con el ánimo por los aires y fui a la cocina.

Natsu: ¿Porlyusica? -susurré, al ver su figura alta de cabello rosa-

Porlyusica: Oh, despestaste antes de lo esperado... Y tal parece que ya puedes ver

Natsu: ¿¡Tú hiciste esto!? -me arrodillé ante ella- ¡Muchas gracias!

Tu mirada me atravesó como el hielo, más que otras veces.

Porlyusica: No es a mi a quien debes agradecerme

No entendí sus palabras, pero me todas formas estaba feliz. Corrí al gremio con la esperanza de que Lucy estuviera ahí junto a todos, pero era ella la única que faltaba. Erza me acurrucó maternalmente en sus brazos, feliz de que pudiera ver, y en realidad todos me felicitaban.

Levy: Al menos su sacrificio valió la pena... -susurró-

Escuché lo que dijo Levy con terror y me alteré. Vi como Laki la regañó empezando así ésta a llorar, y yo la tomé de la ropa preguntándole de qué estaba hablando.

Gajeel: He, cálmate Salamander

Ahí recién me di cuenta de que el gremio no estaba del todo feliz. Sonreían al verme, pero sus caras eran melancólicas. Tal vez permanecer sin ver un tiempo me quitó la capacidad de ver los sentimientos de las personas a través de sus rostros. El ambiente se volvió extraño y silencioso, pero eso solo logró que mis nervios aumentar. Tenía un muy mal presentimiento

Erza: Verás, Natsu...

Vi la cara de Erza, su expresión de dolor... Gray la tomó del hombro, dándole su apoyo.

Erza: Para que tú puedieses recuperar la vista, recurrimos a un antiguo conjuro. Porlyusica se encargó de realizarlo, pero eso no es todo. Sí tu recuperabas tu vista, alguien debía "darte" la suya y traspasar la vista hacía que una de las dos partes tuviese un fuerte riesgo, en este caso el riesgo fue para el donador y pues...

La miré; estaba llorando. La mirada de Gray se posó en mí, más serio que nunca.

Gray: Y el donador efectivamente murió.

Estiró su brazo con una carta en su mano. La tomé temblando y la abrí.

"Para Natsu Dragneel

Primero diré que no te debes sentir mal, ¿de acuerdo? Sonríe. Has recuperado algo muy preciado para ti y eso es bueno, ¿cierto? Continúa tu camino. Te dije que sería tus ojos, pasara lo que pasara y a cualquier costo. Porque tú te hiciste más importante que mi vida.

Te ama,

Lucy Heartfilia"

Natsu: ¡Tonta, tonta! -grité- Mi vida no tiene sentido sin ti... No me sirven estos ojos si es que no puedo verte, no soy feliz Lucy, ¡no soy feliz!

Mi corazón estaba destruido. Entre tartamudeos le pregunté el paradero de la tumba de Lucy, y me dijeron que estaba en una colina de Magnolia, llamada el "cielo estrellado". No sabía donde aquello quedaba, pero seguí el aroma de mi rubia que aún permanecía entre el olor a tierra húmeda y demás. Llegué a la colina y allí estaba... Su tumba. Abracé la piedra, y mientras lloraba leí el grabado que tenía encima "Lucy Heartfilia: La vida no vale nada si no hay felicidad a tu alrededor"

La tristeza que sentía no puede ser expresada. Me quería morir nuevamente, pero sería un insulto para Lucy... Aún abrazando la tumba, cerré mis ojos, imaginando que Lucy estaba conmigo y la estaba abrazando a ella. Y así, tuve que vivir, a costas de la vida de la única persona que he amado y teniendo que cerrar los ojos para verla y volver a sentir lo que por estúpido, perdí.

Fin.