~Sigo buscándote~ (Calum Heaslip)

Cap 2

Al fin viernes. Llegué a mi casa decaída, tenía ganas de llorar pero no lo iba a hacer "Lo mejor está por venir" pensaba. Me subí al ascensor, me apoyé contra la pared y me miraba al espejo mientras la canción "tan mía" resonaba en mis oídos. No dejaba de pensar en mi suspenso en matemáticas y en la pelea entre Marta y Yaiza. No se solucionaba, quería arreglarlo pero ninguna se dejaba. ¿Habría algo peor? Sí, lo que estaba apunto de pasar. Subí a mi casa y llamé al timbre, nadie respondía. Volví a llamar y nada. Tras un rato esperando me abrió mi hermana.

- ¿Por qué no abríais?

- No te he escuchado y hace poco que he llegado.

- Déjate de historias que no estoy de humor. - Dije cerrando la puerta -

- ¿Qué pasa? ¿Te ha dejado el novio? - Dijo en tono burlón -

- ¡Nora no...! ¿Qué es esto?

Miré a mi al rededor. Había hombres vestidos de blanco midiendo muebles en el salón.

- Y a mi qué me cuentas.

- Yo que sé. Tu has llegado antes que yo. ¿No has preguntado?

- Mamá no está, y papá lleva desde que llegué encerrado con el ordenador.

Solté un gruñido y solté la mochila de mala leche. Llamé a la puerta del cuarto de mis padres y nadie contestaba, así que abrí la puerta y allí estaba mi padre frente al portátil.

- ¿Papá por qué hay tíos extraños midiendo muebles en el salón?

- Déjame Adela, estoy muy ocupado.

- Yo también tengo derecho a saber que está pasando, ¿no?

- Adela, ya te he dicho que estoy ocupado. Vete.

- Tengo hambre.

- Prepara algo para ti y para tu hermana, yo estoy ocupado.

- No sé cocinar.

- Inténtalo.

- ¿Y mamá?

- Comprando.

- ¿Comprando qué?

- He dicho que estoy ocupado, vete si no quieres que te castigue.

Ahora si que nada podría ir peor. Una vez más tuve que morderme la lengua y obedecer sin rechistar. Llegué al salón donde estaba mi hermana con el móvil. Al verme apagó el móvil.

- ¿Qué te ha dicho?

- Que está ocupado. - Dije en un susurro casi inaudible -

- ¿Ves? Te lo dije. ¿Qué más te ha dicho?

- Que haga la comida

- ¿Tú? ¿Cocinado? - Mi hermana se echó a reír sonoramente -

- Si quieres comer más vale que empieces por callarte.

- ¿Qué vas a preparar?

- Tortilla.

No se me ocurría que hacer, soy pésima cocinando y la tortilla me parecía una buena opción ya que era algo muy simple. Mi hermana me fue dando los ingredientes y los fui echando en el cuenco. Puse aceite en la sartén, eché lo que había en el cuenco y me senté en la mesa con mi hermana.

- ¿Dónde está mamá? - Preguntó -

- Comprando.

- ¿Comprando qué?

- No lo sé.

- ¿Qué crees que es todo esto?

- ¿Sabes, Nora? Me encantaría jugar a las mil preguntas contigo pero estoy igual de confusa que tu o incluso más. Sé que tienes once años y estás en una edad en la que quieres saber muchas cosas pero...

- ¡Addy la tortilla! - Me interrumpió -

Demasiado tarde, el aceite saltaba y la tortilla estaba negra. De un rápido movimiento apagué los fogones y abanicaba la sartén con un paño. Una vez fría la retiré de la sartén para dejarla en un plato. Definitivamente, soy pésima en la cocina.

- ¿Y ahora que hacemos?

Me quedé pensando unos segundos

- Busca el número de la pizzería.

A mi hermana se le dibujó una sonrisa en la cara y en 15 minutos ya teníamos la pizza en nuestras manos.

[...]

Al fin mi padre salió de su guarida y mi madre llegó de comprar con un montón de cosas.

- Mamá, ¿Qué es todo esto?

Mis padres se miraron entre sí, mi padre asintió y mi madre soltó un suspiro.

- Sentaos. - Dijo mi padre en tono serio -
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