Siete

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Dos almas bajo el manto estrellado y frío de la noche eran atormentadas por los sentimientos expuestos, las respuestas inconclusas y los silencios que si bien eran un tanto incómodos.

El chico ojos azules le había dicho al fin te amo pero que significaba ese te amo para él. Isabella ni siquiera un gracias podía decir, porque ella también lo amaba pero hasta que grado de amor sentía por su mejor amigo, de verdad que no lo sabía.

Silencio y una tensión que se podía cortar con algo punzante de la manera más sencilla se apoderó del lugar.

¿En realidad era amor?

El cariño se podía confundir con ese sentimiento tan conflictivo. Tantos años de estar juntos y a esas alturas podía ser simplemente costumbre por la cercanía. Dos corazones confundidos y necesitados del otro.

Isabella repetía con rapidez esas dos palabras que movieron su mundo, aún incrédula buscaba el significado de eso, ¿cómo podía amarla si eran tan ella, tan... su mejor amiga?

—Yo... Brandon, ésto no puede ser...

—Tú no me... ¿Amas? —preguntó dolido sintiendo como algo dentro de si se desgarraba a cada segundo. Isabella enmudeció ya que tenía que ser cuidadosa con sus palabras y decirle que estaba confundida.

Asintió. Brandon frunció el ceño esperando alguna respuesta congruente. Deseaba con fervor escuchar de ella que lo amaba de la misma manera en la que él lo hacía.

—Te amo, con mi alma entera, con todo mi corazón pero sobretodo, te quiero más de lo que me quiero a mi misma. —Contestó dando un breve respiro a lo que Brandon sonrió aliviado —. Aunque te amo tanto que no puedo romper nuestra amistad.

Sus miradas se conectaron mostrando la confusión y el dolor por ambas partes. Él reacio a llevar su relación a otro nivel y ella reacia a mantener las cosas como estaban.

— ¿Ni siquiera piensas darme una oportunidad? —susurró con melancolía. Isa negó sin pensarlo. Era egoista, tanto que no estaba dispuesta a perderlo.

—Es lo mejor.

— ¿Para quién? ¿Para ti? Porque para mi no lo es —refutó— ¿O es que aún esperas las sobras de un amor que no te pertenece? —dijo sin pensar dándole un golpe bajo a su amiga—. Yo sé que soy lo mejor para ti, soy tuyo, ¿acaso no te das cuenta?

—No es eso, Pedro no tiene nada que ver aquí. Es solo que yo sé que no funcionaría y soy lo demasiado cobarde como para no intentarlo. —Los miedos e inseguridades de ella eran más fuertes que el amor que sentía en ese momento. Prefería refugiarse antes de ser destruida.

Brandon tomó su mano en su puño y lo dirigió hasta su corazón acelerado por ella. Solamente ella había sido capaz de que doliera su motor pero a la vez darle fuerzas para seguir bombeado con más intensidad.

—Prometo que nada va a cambiar entre nosotros. Seremos los mismos, por favor mi Bells, te lo imploro, déjame protegerte, ser tuyo oficialmente. —El tono de voz de Brandon era de súplica en todo su esplendor, se sentía tan frágil, tan vulnerable pero se hacía el fuerte para no doblegarse ante el dolor del rechazo que inconscientemente sabía que vendría —, Mira como me tienes; eres dueña de mi corazón y éste se quiere ir contigo, porque te pertenece más a ti que a mí —susurró cerca de sus labios aferrando su mano al lugar en el que el corazón de Brandon quería salirse.

El aliento de Isabella había sido robado por la cercanía de los labios rosados de su amigo. Sus palabras la tenían embelesada porque con él no había engaños, ni amores a medias, ni hijos, ni una esposa y mucho menos un gato que lo atara a otro destino lejos de ella.

Recordó todas y cada una de las señales que el le mandaba con inocencia durante su larga amistad. Ella estaba ciega porque no quería ver lo obvio en su relación. Ahora comprendía porqué los demás los catalogaban como una pareja feliz y llena de dicha.

Antes de ser algo más formal ellos eran amigos, esos que aún ríen, que aún juegan, de los que ven el mundo con un deje de fantasía y de magia, de los que aman de verdad.

¿Por qué arruinar todo eso para convertirse en novios?

Todavía quería disfrutar de esa relación que desearía fuera eterna.
—Prometamos que todo seguirá como siempre igual, que en el fondo tendremos esa misma confianza y que por nada del mundo nos separaremos. Aunque tú vayas al final por la izquierda y yo por la derecha siempre, siempre nos encontraremos. —Dijo la chica con el pecho inflado por la incertidumbre de que no aceptara.

—Lo prometo. —Besó su mejilla.

Al final no todo había sido tan malo como Brandon lo esperaba, aún no eran novios oficialmente pero al menos eran algo que no se cuenta ni se publica, que no se ve pero sin embargo se siente.

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Hola! Solo quería explicar lo que está en multimedia y es un estado de WhatsApp de una de mis lectoras/amigas más cercanas. Tanta insistencia en la historia da resultados xD
No duden en hablar conmigo, no muerdo y soy chida(?
Besos!

InefableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora