El imperio se desmorona

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Por fin he acabado de trabajar,hoy ha sido un día agotador porque la jefa ha estado todo el día encima de mí, incluso aplazó una reunión que tenía para vigilarme y mandarme más trabajo. ¡Voy a explotar! Y encima hoy tengo que ir a cenar con mis suegros porque a mi novio se le ha ocurrido la fascinante idea de pedirles dinero para comprarse un coche nuevo, ¿tenía que pasarme todo a mi? ¿Tenía que pasar todo el mismo día? Cuando ya pensaba que no podía más se me ocurrió......¡y por qué no montar mi propio negocio!  Sería... ¡Ah! Ya se haré mi propia revista y contrataré a los mejores fotógrafos, periodistas,modelos,secretarios....etc. Pero luego me di cuenta de que necesitaría mucho dinero y muchas otras cosas y en el caso de que pudiera publicar esa revista podría pasarme lo peor es decir, que nadie la compraría no tendría dinero para hacer publicidad y todo se iría al garete, vamos que de todo eso no me habría servido para nada.
Después de haber estado pensando en lo que iva a hacer me di cuenta de que ya habían pasado 15 minutos ¡no me iba a dar tiempo a vestirme y peinarme! Baje las escaleras a toda pastilla saltándolas de tres en tres con un zapato en la mano y el vestido a medio poner, me hice un recogido bonito pero rápido con dos orquillas que me encontré por ahí y salí de la casa como si fuera el fin del mundo, cogí el coche y de camino casi me salto dos semáforos, estaba muy nerviosa porque mis suegros son muy extrictos con el tema de la puntualidad y los modales.
Cuando llegué al restaurante todos me estaban esperando en la mesa y no parecían muy contentos, después de esplicar lo sucedido empezamos a hablar de los trabajos yo no quería mentirles pero tampoco quería que supiesen mi situación a sí que me dispuse a decorar un poquito la verdad;
-Bueno pues a mí en el trabajo me va de maravilla me acaban de ascender al puesto de Camerón y lo he tenido que supervisar porque su productividad había bajado un 60%. Bueno a lo mejor cambie un poco los papeles.
Al acabar la cena, fuimos directos a casa y yo caí redonda, ¡eran las 0:00! Y pensar que luego me tendría que levantar a las seis....

Sola en la ciudadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora