Cuando el sol toco su frente se puso de pie, se dio una ducha, no hubo tiempo de mirarse al espejo, ya que se había dado cuenta de que su alarma no había sonado; cuando salió, casi resbala de lo rápido que iba, se puso unos pantalones un poco acampanados, una blusa rosa e incluso una trenza a su largo y negro cabello; una pequeña de 11 años llamada Vespere moría de emoción por conocer su nueva escuela, incluso pronunciar su nombre le causaba cosquilleos en la pansa. Cuando la pequeña termino de ponerse su par de tenis, corrió hacia la cocina, con tanta emoción que casi cae de las escaleras.
- Vamos papá, estás listo - dijo con rapidez, ya que su aliento se le había ido por ir tan rápido-
- Claro mi niña -dijo dirigiéndose hacia la puerta mientas la pequeña Vespere corría tras el-
Eran solo las 9:00 am faltaba solo una hora para que el Expreso a Hogwarts Partiera, pero Vespere quería recordar su primer Viaje a Hogwarts. Lo único que le preocupaba, era que no pudiera hacer amigos, ya que su familia es demaciado rara, incluso para el mundo mágico. Ella era hija de un metarfomago y animaga, su abuela era un hada y su abuelo un mago normal. Por lo cual tenía de todo un poco; pero ella no le tomaba tanto interés, pues, a quien le importaría tener amigos cuando aprenderás a hacer encantamientos, solo el olor a libros viejos de magia la podría acompañar y no se sentiría sola. Cuando fue la hora Vespere se subió al tren, despidiéndose de su padre, con un nudo a la garganta debido a la emoción.
Buscó un cubículo vacío, pero no había, el único que tenía lugar para alguien era el de un niño de cabello negro un poco largo hasta el cuello, estaba tranquilamente sentado y mirando por la ventana.
- Disculpa -interrumpió los pensamientos de aquel niño- ¿podría sentarme aquí? El tren está lleno.
- Seguro - asintió y dirigió su vista de nuevo al paisaje
Vespere entró y se sentó, teniendo de frente a ese niño un poco extraño, después de unos minutos, ya cuando Vespere se empezaba a aburrir empezó a juguetear con su varita ensayando unos hechizos que su madre le había enseñado, no se tenía que pronunciar nada, ya que lo único en qué consistía era hacer brotar polvo de hada, es algo así como demostrar que estas feliz. Aquel niño la miro y decidió hablar.
- Mi nombre es Snape, Severus Snape, y ¿el tuyo? - dijo aquel chico en un tono un poco desinteresado, incluso se notaba que él también estaba aburrido,
- Ammm, Imaginare, Vespere Imaginare - Vespere dijo en un tono poco avergonzado-
- Valla
- Si -dijeron ambos como si no tuvieran ningún tipo de conversación-
- ¿Y vives entre muggles o en el mundo mágico?
- Entre muggles, mis abuelos son los que viven en el mundo mágico... y ¿vas a primer año?
- Si
- Y ¿tienes amigos en la escuela?
- Solo una, Lily y ¿tu?
- Solía tener una amiga
- ¿Y qué pasó?
- La mordí -dijo con una sonrisa forzada-
- ¿Cómo fue que...?
- Animaga -Vespere interrumpió- si por accidente me convertí en perro y... el punto es que el ministerio le tuvo que borrar la memoria.
- ¿Cuántos años tenías? - dijo mientras reía Snape-
- 8 años - ambos se soltaron riendo.- como eres malo Snape, no deberías reírte - dijo aun riendo un poco Vespere-
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Después de tanto tiempo - Severus Snape
FanfictionSeverus y Vespere comparten una vida juntos desde que se miraron en la plataforma 9 3/4, comparten la desgracia de muerte de Lily y dolor de jamás poder estar juntos, Vespere cuidará de Harry sin que se de cuenta en el mundo muggle, para después vol...