Capítulo 5- Reencuentro

39 4 6
                                    

-¿Papá?-Digo casi susurrando. Tengo que estar confundiendome. Me niego a creerlo. No puede ser. Después de haber tragado tanta mierda debo de estar delirando. No, no es posible. Si, lo es. ¿Casualidad? ¿Destino? Que más da, él está aquí, eso es lo importante.- ¿Papá?- Esta vez lo repito casi gritándo, para convencerme a mí misma de que mis ojos no me engañan. Durante un segundo detecto ansiedad en los ojos del hombre fornido que me mira impasible. Miedo incluso. Me atrevo a apostar que no esperaba verme hoy. De hecho, ni hoy, ni nunca.

Pasan unos minutos que se me hacen eternos, en los que nuestras respiraciones aceleradas se acompasan casi escuchandose más que el ruido de las hojas al caer, o de los pitidos que emiten los coches.

Por fin los labios de Andrew se despegan, dejando escapar balbuceos imposibles de entender. - Cynthia- se acuerda de mi nombre, bien, sabe quien soy. Ya es algo- No deberías estar aquí, no aún, no estás preparada, no, ¿por qué? Estás tan lejos de casa..., no lo entiendo.

Saco fuerzas de donde no las tengo, intentando aparentar que tengo más saber estar que mi propio padre. Tengo ganas de gritar, tirarme a sus brazos y pedirle que me explique toda la mierda que ha hecho desde qie se fue. Pero no, no debo, no puedo.

-Miriam... Ella...-Sigue hablando atropelladamente.-A muerto, ¿verdad?- Su cara transmite pena, terror incluso.- ¿Cómo? ¿Cuándo? Joder Cynthia habla.

No, no puedo hablar. Porque sé que si despego mis labios lloraré y me será imposible parar. Y no, no me lo puedo permitir. Llevo demasiado tiempo aguantando y luchando para dejarme ir ahora.

Observo a la mujer que lo acompaña, que me mira con compasión tal vez (?) Lleva una falda de tubo larga que se acompasa perfectamente a sus curvas y una americana que apenas le tapa el escote. Es guapa, muy guapa.
-Cynthia, soy yo. ¿No me reconoces? Tu padre. Ven, acercate, ¿Quién es esa rubia preciosa que te acompaña? No tengáis miedo. Jamás os aría daño. -¿Le grito que me jodio la vida al abandonarnos o como va la cosa? - Venid conmigo, os voy a llevar a casa.

Finalmente, y tan solo por un segundo me permito observar su rostro cuadrado mientras reuno fuerzas para hablar. Sigue teniendo ese lunar peculiar bajo el ojo que define a nuestra familia. Y esos ojos marrones acaramelados. Labios firmes y bien delineados. Siempre fue atractivo. Siempre fue bueno. Pero de un día para otro se fue. Para siempre. Asta ahora.

Intoxicated.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora