Capitulo 3 - El mensaje

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Le cogi, sin pensar que querría decirme, no se para que querría hablar conmigo..
- Hola, me dijo

- No decías que no tenias batería, le conteste de mala gana.

- Tengo poca, pero me apetece hablar contigo, no se.

- ¿Qué quieres Jaime?

- Quiero que aunque pasen cosas, sigas confiando en mi y sigas queriéndome... Quiero que no pienses que te he olvidado.

No entiendo para que me decía eso ahora.

- Pues no lo demuestras Jaime, le dije. - Además me han dicho que tienes novia.

Mierda no debería haberle dicho que lo sabía, ahora pensara que le he espiado. Tonta me dije a mi misma una y otra vez, ya que Jaime no me contestaba..

- Inés... ¿Cómo lo sabes?

- Me lo han dicho, le dije
-Te estoy olvidando Jaime, no quiero que me hagas mas daño.

Me estaban entrando ganas de llorar y quería dejar de hablar ya.

- No quiero que te olvides de mi Inés, yo no lo he hecho.

Yo en verdad tampoco pero no quería que el pensara que soy una débil

- Adiós Jaime, me voy a dormir.

Colgué y me puse a llorar sin saber porque, odiaba estar así por su culpa, le odiaba a el pero a la vez le necesitaba, no se lo iba a dejar tan fácil, de verdad que me iba a intentar olvidar de el, intente dejar de pensar en él y me dormí.

A las 9 Blanca me despertó, me fui al baño me duche, me vestí y me maquille, y Blanca se enfado porque había estado 1 hora en el baño y a ella no le daba tiempo.

Le explique lo de la llamada de Jaime y ella no me dijo nada, tenía miedo de que se cansara de mi por contarle siempre mis problemas.

Blanca:

Llevaba toda la mañana pensando y sin hacerle caso a Inés, ni siquiera sabia que me había contado en toda la mañana.

- ¿Oye me estas escuchando? Me dijo Inés.

- ¿Qué? Ah si claro.

- ¿Ah si? ¿Y que te estaba diciendo?

- Me estabas hablando de Jaime, le dije fue lo primero que se me paso por la cabeza.

- No, te estaba diciendo lo que vamos a hacer esta tarde. ¿Que te pasa? estas muy rara Blanca.

- No, no me pasa nada.

- ¿ Estas cansada de que te cuenta siempre mis problemas verdad?

La vi con cara de preocupación, pero era mejor eso que decirla que me iba a Londres antes y no estaría en navidad con ella, entonces la conteste lo que segundos después me arrepentí de decirla.

- Si, la dije.

Estuvimos minutos que se me hicieron eternos sin decir nada.

- Lo siento, me dijo, pensaba que podía contarte todo, porque pensaba que me ayudarías en todo, como suelen hacer las mejores amigas. La vi que las lágrimas ya estaban en su mejilla, y en ese momento quería morirme, es horrible hacer llorar a tu mejor amiga, horrible.

Se fue con las demás y me quede yo sola en la mesa apartada, sin querer hablar en ese momento con nadie, me sentía la chica mas mala del mundo, así que me fui al baño, allí al menos estaría sola, sin nadie que me molestara, o eso creía yo. Tuve que esperar fuera de la puerta porque estaba ocupado, y para mi mala suerte había un tío que también tenía que esperar, pero tenía muy mala pinta.

Mentiras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora