Cayendo // Justin Bieber

Capitulo 1

Ryan se lanzó sobre él, Justin dejo caer las maletas a sus costados. Me levante del asiento y corrí hacia él. Sus brazos se abrieron y me estrecho entre ellos. Mis brazos rodearon su cuello y lo atraje hacía mí. Su sonrisa se hizo aún más hermosa si es que aquello era posible. 

― Te extrañe tanto – susurro contra mis labios.

Sus brazos envolvieron mi cintura y me atrajo hacia él aún más. Cerré mis ojos y nuestros labios se unieron.

― Hattie, Hattie, Hattie. – sentí que alguien agitaba mi hombro.

Bueno más o menos con aquello soñé durante un año. Sacudí mi cabeza y deje de ilusionarme. Lo vi acercarse con los audífonos en sus oídos. Una sonrisa se formo en mi rostro de forma automática. Pese a que la desilusión cada vez se hacía más grande la reprimí. Mi vida siempre ha estado llena de expectativas, unas que jamás son cumplidas. Mi realidad siempre no hace más que recordarme que mis sueños jamás serán cumplidos. Cuando Ryan lo soltó, el se dirigió hacía mi. Mis manos comenzaron a temblar y cuando llego mi turno de saludarle no hice más que darle un beso en la mejilla y alejarme más que rápido.

― No nos vemos hace un año y ¿Así es como me saludas? – dijo tirándome hacia él y envolviendo sus brazos alrededor de mis hombros. No pude evitar esconder mi rostro en su cuello, lo sentí sonreír contra mi pelo. Y disfrute cada segundo que mis sentidos fueron anegados por su aroma. Aferre mis brazos a sus hombros.

― Te extrañe Drew.

Sonrió y beso mi frente. ''Yo igual'' susurro contra mi sien. El carraspeo de Chaz hizo que nos separáramos.

― Será mejor que nos vayamos. Justin debe recuperar el tiempo perdido – dijo alzando sus cejas al ver venir a Caitlin entre el gentío. Por aquello recibió un fuerte golpe por parte de Ryan y una tensa sonrisa por parte de Justin cuando ella lo beso.

La mano de Justin sostenía la de Caitlin, y los flashes no hacían más que dispararse sobre ellos. Caitlin odiaba aquello o al menos Justin siempre lo repetía, ¿Quién no lo odiaría?

Maldije por lo bajo. Quería golpear todo y a todos. Incluso a Justin. Si sobre todo a él.

― Hey Hattie! Quita esa cara – rió.

― No molestes o la próxima vez que juguemos hockey no tendré piedad y en vez de golpear el puck, te golpeare a ti.

― ¡Pero qué carácter! – dijo pasando su brazo por mi hombro.

― No molestes, o mi stick también se entretendrá contigo. Y la culpa la tendrá Chaz.

― Epa! Si lo golpeas a él, será su culpa no la mía. ¡Además deberías estar feliz! ¡Conociste a tu cuñada!

― Oye rubio, una más y te golpeo aquí mismo. Y tú ya sabes lo que pienso de ella.

― No me gusta como se comporta Justin cuando esta ella, y no la conozco. Pero hace feliz a Justin y .. – dijo imitando mi voz.

― Así no es mi voz Butler.

― Bueno, bueno. ¿Por qué estas tan enojada y violenta entonces? Nunca te había visto así...

― Creí que solo vendríamos sus ''amigos''

― Celos – carraspeo.

Antes de que le contestara Chaz me interrumpió.
― Es su tiempo libre, es obvio que quiera pasarlo con ella.

― Claro ― me encogí de hombros – Puede hacer lo que se le dé la gana. Y hablando de Chris ¿Dónde está?

― Tú eres su novia, tu deberías saberlo.

― ¿Vas a seguir?

Ryan rió. Le lance una mirada fulminante.

― Tu ni siquiera le sigas el juego Ryan o...

― ¿Me cambiaras por Nolan?

― Exacto, no lo dudaría ni por un segundo.

― ¿de qué tiene la culpa Nolan esta vez? ― dijo uniéndose a nosotros con Caitlin aún de su mano.

― Ya sabes – dijo encogiéndose de hombros – Lo típico. Quiebres matrimoniales, incendios y que una fiera se escape de el zoológico – dijo lanzándome una mirada. Le saque la lengua.

Justin rió y puse los ojos en blanco. Las cosas nunca cambiaban.

― Bueno al parecer estarás ocupado – dijo guiñando un ojo. Mientras Justin se subía a su auto. Esta vez fui yo la que le di un disimulado puntapié.
― Si, mi tía debe estar preocupada. ¿Nos vemos mañana?

― Pero Hattie, no es necesario. Vamos a mi casa, me gustaría que habláramos. Incluso te puedes quedar a dormir. Y Chaz y Ryan vienen también.

― Creo que mejor otro día – bese su mejilla y a regañadientes la de Caitlin. Pero no podía por culpa de los celos ser molesta con ella. No tenía la culpa de que Justin se haya fijado en ella. Ni que ella fuera todo lo que el busca en alguien.

Tome a Chaz y lo arrastre por el estacionamiento.

― ¿Cuándo dejaras de ser tan transparente?

― Cuando tú dejes de ser idiota.

― Eres tan adorable.

― Y tu tan entrometido.