TOGETHER » SCOTT SUMMERS.

» TRES

La cabeza me palpita al grado de que siento que me explotará, el cuerpo lo siento pesado, pero siento la energía correr a través de él. Trato de abrir los ojos, pero por alguna extraña razón no puedo. Al contrario de eso, la última imagen que vi antes de quedar inconsciente se proyecta en mi mente, la imagen borrosa de la silueta de Scott, él me había sostenido para que no cayera. Debía, debo verlo.

— Estoy preocupado — escucho la voz preocupada de mi padre decir — ¿Cuánto tiempo tardará así? Si no fuera porque respira, creería que ella... — la frase queda inconclusa.

Al parecer hay otra persona más aquí, puedo sentir su esencia, y aunque la cabeza me da dolores horribles, me obligo a saber quién está aquí. Puede que sea Summers.

Los pensamientos del pasado turbio de Logan se proyectan en mi mente, detectando la presencia de él, además de la de mi padre. Salgo de su mente, no queriendo husmear en sus recuerdos. La última vez que lo hice sin su permiso, terminé con una cortada en el brazo derecho, claro la herida sanó debido al don de regeneración que tengo, pero aun así, con aquella advertencia bastó para no meterme con Logan.

— Respiró esa sustancia que adormece a la gente — dice Logan algo malhumorado — es normal que esté así su hija, pero no se preocupe que está bien.

Recuerdo lo sucedido, el ataque, Mystique y Scott. Un escalofrío recorre toda mi espina dorsal, siento mi cuerpo tensarse.

— Intenta despertar — chilla mi padre alarmado — Natalie, Natie — él toma mi brazo, quiero sonreír al escuchar aquel apodo, solía decirme así de pequeña o cuando realmente estaba preocupado por mí.

Los ojos amarillos de Mystique ocupan mis pensamientos nuevamente, alarmándome otra vez. Mis ojos se abren de golpe, tomo aire con fuerza, como si hubiese estado privada de él por mucho tiempo y mi pecho se levanta un poco, arqueando mi espalda.

Instintivamente lanzo un golpe, el cual va a dar en el rostro de Logan, quien ha quitado a mi padre de mi lado, poniéndose a sí mismo en medio de nosotros por cualquier situación. Como esta, por ejemplo.

— Sé que no nos llevamos muy bien, pero eso no es motivo para que me golpees sin sentido — bromea Logan, sobándose la mandíbula — como sea, buen golpe West.

Me disculpo con un gesto, él asiente y en automático reviso la habitación en busca del otro mutante.

«No está aquí» piensa Logan y vuelvo a verle.

«¿Dónde está?» pregunto y él niega con la cabeza. «Dime»

«No es mi asunto, así como no es asunto tuyo meterte en mi cabeza» me disculpo por eso último y él se limita a darme el avionazo.1

— ¿Dónde está ella? — pregunto, ignorando su comentario del golpe.

— Se fue — responde Logan, algo me dice que esa respuesta también involucra a Scott. Logan se sienta recto en la silla y papá imita su posición.

Analizo a mi padre, concentrándome en él, leo sus pensamientos para asegurarme de que no sea la chica azulada usurpando su lugar. Si bien Mystique puede imitar fu aspecto físico, dones y sus cuerdas vocales, no puede hacer lo mismo con los pensamientos. Así que esa es mi garantía.

Papá sigue alterado por el ataque, al parecer Logan le ha contado lo sucedido. Un recuerdo llega a la mente de papá, tengo nueve, jugamos en una casa del árbol en el jardín hecha por nosotros, con mamá, caí por las escaleras y le culpé a él por no hacer un buen trabajo con las escaleras de cuerdas de la casa. Sonrío levemente ante aquello. En esa época aun no tenía dones y solía ser una chica normal, absorta de los mutantes.