La apuesta [#Wattys2015]

Capítulo 33. Me gustaría volver a sentir.

El coche se paró en seco, provocando que las gomas se quejasen emitiendo un ruido agudo sobre la carretera.

Abrieron la puerta del maletero,  lo supe por el aire fresco que se coló de repente, noté como me empujaban con delicadeza, no lo entendía.

Alguien me cogió cual princesa y me aferré a ese alguien, no sabía donde me encontraba, ni que consecuencias tendría si me caía.

—¡Brandon! ¡Grandisimo idiota! no soy estúpida, puedo reconocer a mi mejor amigo hasta por su olor, me asustaste demasiado.- si, supe que era él, realmente había estado asustada, conozco su olor perfectamente,  ¿por quién me toma?

—¡Cállate mocosa! Yo no soy ese tal Brandon que seguro que es super guapo, musculoso e inteligente.

—Se te dá horrible mentir señor musculoso, guapo e inteligente.

—Ehh... no sé que estas insinuando, si era ironía no tiene nada de gracia, que lo sepas.

—Ajá.

—Pero si soy guapo.

—Claro como digas.

—Pero si soy musculoso ¿no?

—Tu sabrás.

—Inteligente si... creo... no me hagas esto.

—¡Sueltame ya, idiota!

Pero no lo hizo, traté de forcejear pero me resultó imposible porque aparte de que Brandon si que era musculoso yo tenía los ojos y las manos atadas.

—Al menos quítate las vendas, por favor.- le pedí a mi amigo haciendo una especie de puchero.

—No quiero que veas nada, aún no, aguanta queda poco.- dijo el con un tono serio.

Tomé aire y lo expupsé lentamente a modo de suspiro, ya estaba más tranquila, puesto que no me estaban secuestrando, aunque me quedaba la duda de "¿a qué debo esperar?".

—Vamos mamá, terminanos de contar como conociste a papá, pronto vendrá a buscarnos y no podremos terminarla.— exclamó Derek con fastidio.

A la treintañera se le escapó una lágrima de los ojos, estaba tan sumergida en la historia que se había evadido por completo de la realidad.

Ella y Liam ya no estan juntos, es una realidad, tiene que aceptarlo con dignidad, es lo único que le queda.

A Derek y Elizabeth no les sorprendió ver a su madre llorar, puesto que ya sollozaba en algunas de las partes de la historia, en muchas realmente.

—Bien, sigamos... —dijo a la par que secaba aquellas tristes gotas saladas.

Pronto noté como Brandon retiraba momentáneamente una de sus manos para abrir una puerta, entonces me dejó en el suelo con cuidado y procedió a quitarme las vendas,  primero la de las manos y a continuación la de los ojos.

Tuve que parpadear velozmente para acostumbrarme a la luz, y en ese momento parecia que jamás me adaptaría, pero no fue así, y a los pocos minutos ya podía divisar el sitio en el que me encontraba.

Era una sala grande, enorme, que recreaba en cada parte de esta, los lugares más importantes de mi relación con Liam; en una parte simulaban las canchas del instituto, en otra el campo de fútbol que tenía hasta una alfombrilla de cesped artificial en la que se encontraba una guitarra y una nota, cada detalle estaba realmente cuidado, era increíble.

A medida que iba avanzando por la sala descubrí también fotos, el trofeo de nuestro aniversario... todo estaba ahí.

Las lágrimas brotaron de mis ojos pero no me sentía mal por ello, me sentía increíblemente bien.