Llega la tormenta y cuesta tanto sonreír, solo sigo aprendiendo a fingir, mas a nadie logro persuadir que te necesito, pues es mejor solo solucionar mis conflictos, esta bien aprenderé a amar sin tener el valor de luchar, aunque sinceramente no es algo que contenga mucha integridad mas solo así podré cerrar, estas heridas temporales que me llegaron a matar, lo sé no fue tu intención, pues el único que pagó el precio fue mi tonto corazón que solo por intuición se enamoró y te abrió las puertas sin cobrar pensión, vivías ahí sin pagar arriendo, está bien solo era un pequeño palacio, pues ahora construiré un hostal para que vivan los amores de rato, más no creo que ya nadie logre alcanzar a pagarlo, pues los precios será muy altos, ya que es muy difícil que necesite afecto, ¿Te vas? ¡Adiós, perfecto! Total nunca fuiste ni el personaje secundario de mi cuento, así será de ahora en adelante, solo estaré con las que quieran un buen rato pasar, algo en mí murió, espero que haya sido el tonto que se enamoró...