Esperar un solución en vano cansa, a pesar que mi moral tanto se disfraza, no sé contigo que es lo que pasa, mis días grises no dejan de oscurecerse, mis colores en la escala de blancos no dejan lugar para estos sin sabores, por más que llores, entendí, que solo el orgullo puede más que cualquier fuerza, a pesar de decir esto me aterra, me apenas, aunque sé que en realidad yo estoy en lo peor, ya que no sé cómo se me ocurrió que para mí eras lo mejor, mas ahora a duras penas tu integridad respondió, pero yo me sigo preguntando: ¿Qué paso? ¿Qué ocurrió con tu corazón? Ese con el que te desenvolvías ante mí con extenuante pasión, ese que me sofocaba ante tanta emoción que apenas me dejaba responder solo con una pequeña reacción, créeme yo hubiese preferido llegar antes a tu corazón que a tu pantalón, pues sé que mi huellas están ahí acariciándote por cada rincón, deseando el momento lícito para multiplicar su reacción y así poder renacer lo que de un momento a otro murió...