Ya llega el final de la eternidad, ya no siento nada ya, mi pensar solo piensa en lastimar, lastimarme, ya quiero ser grande, quiero cruzar todo tipo de barreras, yo sé que en tu corazón yo puse mi bandera, a lo mejor hubo un viento muy fuerte o solo se lo imaginó así tu mente y se encargó de engañarte constantemente, generalmente por pensar con el corazón, nos olvidamos de amar con la cabeza, así es mi princesa sin riquezas ni tesoros, pero te convertiste para mi más valiosa que mil quilates de oro, ya no te podré tocar, ya es menos profunda esta necesidad pues no te quiero lastimar, yo por lo menos por eso me alejo, ya no me tranquilizo ya no te veo, apenas me mantienen vivo algunos recuerdos en que por lo menos actuamos bien donde verdaderamente tus labios sabían a miel, la suavidad de tu piel, las caricias que compartimos en un ayer, tal vez tengas razón, era mucho para el corazón, nublaba la razón, y conquistaste mi percepción mas al final el tiempo todo lo arruinó, tenías razón...