Cuando pude despertar de este largo y triste sueño, vi que no estabas, yo completo que de frío y sin aliento.
Mis días pasaron hacer secos, sin nadie que los pueda regar, mis pensamientos quedaron inconclusos, porque sin ti no existe un pensamiento directo.
Y sigo insistiendo que sin ti, me volví frío y sin sueños, sin versos, sin pensar en un futuro directo, porque se había esfumado lo más hermoso que mis ojos pudieron mirar.