Entre negocios... Y Amor... (Delena)

Salida y Trato...

Salida y Trato, el mismo infierno en persona... o el cielo mismo para ojos ajenos...

Pov Elena.

En pocos minutos mi vida se fue por la borda, mi padre queria que salieramos a desayunar para que nos vieran en público, pero el no se dignó a realizar acto de presencia, así que no tengo nada de culpa. Pase parte de la mañana y casi toda la tarde en las tiendas; unos zapatos, vestidos, remeras, etc.

Las carpetas de archivos estaban todas revueltas en la mesita de café que se encontraba enfrente del sillón, algunas que otros encargados, mi padre me los dejó, ya que pronto la empresa estará a mi cargo. La serie que estaba viendo estaba en su momento crucial, con un poco de helado de chocolate y frutilla, eran las 7: 30pm, faltaba poco para el capitulo de hoy. El timbre de mi departamento sonó, me levante del sillón donde momentos antes estaba acurrucada con los expectantes fragmentos de esta, me estremeci levemente cuando mis pies tocaros la cerámica fría del suelo, solo llevaba unos shorts cortos y una camiseta que le pertenece a Jeremy cuando se quedo aqui y se la olvido, apretó el botón que me cumunica con el encargado de vigilar el edificio, mi piso es el ático.

-¿Que sucede Henry?- la pregunta sale de mis labios muy rápidamente, no me quiero perder los capitos.

-Hay un joven aquí, señorita Gilbert, dice ser amigo suyo- la voz de un hombre de 45 años se escucha en el intercomunicador.

-¿Quien es?- me estoy perdiendo casi toda la serie.

-Damon Salvatore- me quede como piedra. ¿Qué hace aqui?. Solo esperó que venga y se vaya, toda la atención que tenía en la serie se esfumó.

-Dejelo pasar- dije, ¿porqué lo dije?, he metido la pata, como pude aceptar esto.

Esperó enfrente del ascensor, veo como pasa los número subiendo los pisos, 13,14,15,16...

Suena el timbre que indica que llego a mi piso, las puertas se abren y allí estaba el; con jeans negros, camisa negra y una cazadora del mismo color, cabello revuelto y ojos sus ojos azules verdoso. Alza una ceja al ver mi atuendo y con el helado en mano.

-Si me recibes asi cuando solo estamos de novios, como me recibirás cuando estemos casados- exclamó burlón.

-¡No somos novios!-

-Lo somos créeme, o no estaria por invitarte a salir-

-¡No... espera!, ¿Salir?- la alteracion llegó al punto máximo.

-Si salir, es eso lo que hacen los novios- ironizó, un media sonrisa se formó en su rostro.

-Te dejo claro algo Damon- camino hacia la sala y el me sigue prestando atención a mi apartamento -No somos novios, no somos pareja-

-Lo somos cuando salimos de este apartamento-

-Y después de todo, ¿Que haces aquí? - la duda me carcome por dentro, o solo vino para molestarme

-Vine para ir a cenar, tienen que comenzar a vernos justos- en eso tenía razón, cómo iban a creer que estábamos juntos.

-Y dime genio, ¿Cómo harás que se difunde lo nuestro?

-Que poca fe tienes en mí Elena- murmura haciéndose el dolido, fue la primera vez que escucho mi nombre por sus labios -Tengo contactos con algunos periodistas y paparazzi, por arte de magia- lo tiene planeado con lujos de detalles.

-Esta bien, ¿A donde vamos? - me rendi, no iba a salir con la mía.

- A un restaurante al aire libre-

-Esperame aquí, yo me iré a cambiar- el tomo asiento en el sillón, camine hacía mi habitación, tomé una ducha rápida y me vestí con jean azules una camiseta azul con tirantes y unos tacones negros, acomode mi cabello, una fina capa de maquillaje. Agarré mi bolsa cargue todo lo necesario. Al salir de mi habitacion me encontré con Damon con un marco de fotos, me acerco para ver que fotografía tenía en manos, era cuando Jeremy estaba aquí en verano.

-¿Quién es?- la pregunta me tomo por sorpresa.

-Mi hermano Jeremy- contesté.

-Ya nos vamos- me preguntó dejando la fotografía en su lugar.

Al entrar al ascensor, me agarro de la mano, rápidamente safe de su agarré.

-¿Qué te pasa?- pregunté alterada.

-Hay que fingir desde qué salimos del apartamento- en eso tiene razón, dejé que me agarré de la mano y sonríe. Al salir me despido de Henry.

Subimos a su auto. Me mira por un instante y arranca el coche.

-Cuéntame algo sobre ti- la pregunta me tomo por sorpresa, no le preste atencion por algunos minutos.

-Mi nombre es Elena Gilbert, tengo 21 años de edad, me casare con Damon Salvatore- digo irónicamente. Escucho como suelta una pequeña carcajada.

-Eso ya lo sé, por ejemplo. ¿Donde estudiaste derecho, conseguiste tus titulos- su vista esta en la calle y yo solo lo miro, sonrio levemente al ver sus gestos

-Londres, hace un año que estoy aqui- digo en respuesta -Y tu Damon, ¿Dónde te graduaste?-

-Italia- contestó simplemente.

-¿Italia?, ¿porque allí?-

-Mi familia es proveniente de Italia, solo fui a mi pueblo natal. ¿Sabes que significa Salvatore en Italiano?- no tengo la menor idea. Esa pregunta no la sabia.

-No lo se, sorprendeme- ironice.

-Salvador, y te digo algo Elena, sere tu salvador y tu la mia- se bajo del auto, no me di cuenta de que ya habiamos llegado, abrió mi puerta y me tendió la mano para que bajase.

Caminamos tomados de las manos, hasta llegar allí, la reservación esta en el medio del salón, aparta mi silla para que me tome asiento. El se sienta enfrente y me mira fijamente. Pedimos la comida, el mira, eso me esta incómoda.

-Habla que quieres- no tengo mucha paciencia y el al mirarme se me habia acabado.

-Ye propongo algo-

-¿Que?-

-Porgamos una cláusula, pero solo de palabras-

-Esta bien-

-No enamorace, es como una apuesta, el que sé enamora primero pierde- propone, es algo loco. Pero puede ser que no sea un infierno después de todo.

-Esta bien- acepto. Algo me dice que no saldre bien parada de esta apuesta o cláusula, y presiento que sere yo la que pierda.