#23 Un camino sin horizontes

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Y la tarde, ajena a los sucesos, caía tranquila, con palabras toscas, con una mueca de tristeza te vi partir. Una sombra de desesperación rodeó con angustia mi corazón. Atrapé tu recuerdo y con una sonrisa lo reviví. Tus labios desnudos taparon por un momento los pensamientos, que como golondrinas de necesidad anhelaban el sol, para hacer un surco de desdicha en ecos de un adiós. Llevabas estrellas en las pupilas y en el alma, el fresco licor de mis besos. Ya nada sería igual. Olí el aroma de tu piel que flotaba manso en el aire y arrullé el silencio que reposaba inerte en la habitación mientras te disipabas en las sombras de la calle.

En el camino sin horizontes, el día moría en mis mejillas.

Nombre: Jose Javier Souto

Edad:54

Pais: España

(Abierto pero pausado)Proyecto Meraki #2: 1er grup Cien días , 100 palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora