Capítulo 10

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Han pasado tres años desde la última vez que lo vio, están en una feria del automóvil al sur de Francia. Su padre, ya jubilado, la invitó a ella y a su pequeño Anthony a unas vacaciones improvisadas de fin de año, donde irían solo los cuatro: ellos dos y sus padres. Para sus progenitores Anthony es el nieto más querido, saben que necesita más cariño ya que él no tiene el apoyo ni el cariño de su padre, ni abuelos paternos o ningún otro familiar, solo ellos; así que todos sus planes se hacen en torno a su hija y su nieto. Su padre no sabe si golpear al hombre que embarazó a su hija y la abandonó, o darle las gracias por devolverle la alegría perdida.

Está hablando con su madre cuando a lo lejos ve un coche que le parece conocido, su padre -con Anthony en brazos- habla con el dueño del coche junto a éste, cuando él se vuelve se da cuenta de que ella conoce muy bien a ese hombre y en el fondo se regocija, siempre supo que alguna vez lo volvería a ver. Él habla con su padre y le hace carantoñas a su nene que intenta agarrar sus gafas de sol, en ese momento su padre se vuelve y las señala.

En el instante en que Edward pone sus ojos en ella puede leer muchas cosas: sorpresa, alegría, pero sobre todo deseo y la promesa de cumplir todas sus fantasías. Ella recuerda su frase, esa que nunca olvidará y que la ha movido durante estos años: "Las ilusiones desaparecen cuando dejas de soñar, nunca permitas que suceda y lucha por lo que de verdad quieres".

Se acerca, teniendo en cuenta sus propias palabras, y sonríe.

-Feliz Año Nuevo, Edward -le desea, acercándose a darle un beso en la mejilla con una chispa de dulzura y con la complicidad de los amantes grabada en sus ojos, bajo la mirada interrogante de sus padres.

Y pensar que hace unos años ella odiaba esta época del año, ahora solo le trae buenos recuerdos. En una fecha como esta su hijo fue concebido, también su niño caminó por primera vez en esta época del año y ahora la vida la vuelve a sorprender reuniéndola con él. Con la diferencia que ahora ella sabe exactamente lo que quiere, e intentará no dejarlo escapar.

Edward está impactado por la agradable sorpresa de volver a ver a esta hermosa mujer que no se parece en nada a la de unos años atrás, ahora se la ve fuerte, decidida, alegre y más sexy que nunca. Devuelve el saludo en un susurro, desvía la mirada a sus padres, después mira a su hijo, luego a ella de nuevo y lo comprende todo, ahora tienen muchas cosas que hablar y que sentir. Este año nuevo traería sin dudas muchos cambios a su vida, pero eso es otra historia...

"Si piensas que la aventura es peligrosa, prueba la rutina, es mortal"
Paulo Coelho.


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