Anna... (PAUSADA)

Capítulo 3 -Investigación (2)-

*Christina's P.O.V*

Arrastro a Dave y Sarah conmigo al pasillo. Ellos, confundidos, preguntan qué pasa, pero no les respondo hasta que llegamos a un sitio apartado en la parte trasera del patio del instituto.

-Sarah -me mira - cuéntale a Dave lo que me contaste a mi del tipo raro que os paró, por favor.

Ella hace caso y se lo cuenta con todo detalle.

-Vaya, pues sí, es sospechoso. Pero, ¿qué tiene que ver eso con que nos hayas arrastrado hasta aquí? - dice confundido.

-Zoey Wood, la última estudiante a la que hemos interrogado -asiente- me ha dicho que hace aproximadamente dos semanas, vio un coche grande y negro aparcado en la acera de en frente cuando salía del instituto. Un tipo con gafas negras estaba sacando fotos.
La descripción del coche y del hombre coinciden con la de Sarah. Sé que es una conclusión precipitada, pero, ¡venga ya!, es mucha casualidad que en las dos ocasiones, las descripciones coincidan y que dichas situaciones tengan que ver con Anna.

-¿Estás diciendo que es posible que tengamos al tío que secuestró a Anna? -dice Sarah emocionada.

-No exactamente. Estoy casi segura de que él tiene algo que ver, pero sólo tenemos un coche y unas gafas de sol. No tenemos matrícula, ni descripción del hombre...Ni siquiera sabemos si Anna sigue en Los Ángeles. -digo con un suspiro.

-Venga, anímate. -dice Dave pasándome un brazo por los hombros. -Sólo llevamos dos días con el caso, falta mucho por hacer. Además, hoy cenamos fuera. -dice con una sonrisa triunfante.

Río con su comentario y nos vamos los tres a la cafetería del instituto.

Nos traen los cafés y Dave dice:

-Creo que nunca he estado tanto tiempo seguido sin beber café. Ya sabes, es lo único que hacemos los policías. Eso, y comer donuts.

Estallamos en carcajadas y Sarah escupe el café, haciéndonos reír todavía más.

-Qué asco - dice apartando la taza. -¿Cómo podéis pasaros el día bebiendo esto?

-¿Nunca lo habías probado? -le pregunta Dave.

-No, soy la fan número uno del chocolate caliente. ¡Viva lo dulce y no esta cosa amarga! - grita mientras la señora mayor que nos ha servido los cafés nos mira como si estuviésemos locos.

Sarah consigue su chocolate, y, una vez que hemos terminado todos, buscamos al director para que nos abra la taquilla de Anna.

-Allá vamos.- digo abriéndola.

Tras un rato buscando, sólo encontramos, libros, archivadores, agendas, y fotos.

-Pues vaya, tenía la esperanza de que encontráramos algo. -dice Dave decepcionado.

-Esto...¿puedo llevarme las fotos en las que salgo con ella? -pregunta Sarah.

-Claro. -digo, y ella las coge.

Llegamos a la casa de Anna media hora después.

-¿Crees que nos dejará entrar después del numerito que ha montado esta mañana en la tele? -le pregunto a Dave, refiriéndome a la madre de Anna.

-Tiene que hacerlo, tengo una orden de registro. -dice acercándose a la puerta.

Llama al timbre y la puerta se abre unos segundos después.

-Buenos días, soy Christina y él Dave. Somos los encargados del caso de la desaparición de su hija.

-Sí, lo sé. ¿En qué puedo ayudaros? -dice con cara de pocos amigos.

-Nos gustaría registrar su casa. Espero que no sea ninguna molestia. -digo.

-Pues verá, ahora mismo no me viene muy bien...-pero Dave la interrumpe.

-Tenemos una orden de registro.-dice enseñándole un papel.

-Adelante.-dice dejándonos pasar.

-Gracias....

-Cassie. -Asentimos.

-¡Hola Sarah! Qué alegría verte. -dice dándole un abrazo. -¿Vas a ayudarles?

Ella asiente, devolviéndole el abrazo.

-Os acompañaré a la habitación de Anna. -dice acercándose a las escaleras.

-Yo, si no os importa, registraré el resto de la casa. -dice Dave.

-Claro. -contestamos, y subimos las escaleras.

-Aquí es. -dice Cassie deteniéndose en una puerta. Unas lágrimas amenazan con salir de sus ojos. -Lo siento, es que no he vuelto a entrar desde aquella mañana. -dice con la mirada fija en el suelo.

Me acerco y pongo una mano en su hombro. -Haremos todo lo posible por encontrarla.

Ella asiente y antes de marcharse añade: -Estaré en la cocina por si necesitáis algo.

Asentimos y ella baja las escaleras.
Abro la puerta y entramos.
Es una habitación amplia, con dos ventanas grandes, una a cada lado. Me acerco al escritorio y veo cubiletes con lápices y bolis, un flexo y una libreta con un libro de biología al lado.
Al lado de este hay una estantería repleta de libros.

Me giro y veo a Sarah en frente de la mesita de noche.
Me acerco a ella y veo que está sosteniendo una foto en la que salen ellas dos abrazadas.

-Me acuerdo de este día. Fuimos al centro comercial a comprar un regalo para su madre. -dice con una sonrisa triste.

Me acerco más para poder ver la foto pero de repente Sarah se lleva las manos a la cabeza y empieza a tambalearse.

-¡Sarah! ¿Qué te pasa?

-Ne-necesito sentarme. -dice cerrando los ojos con fuerza.