Cap. 2: El instituto.

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Miraba su nuevo uniforme anteriormente dado por Reiji, éste era muy lindo, seguro por pertenecer a un instituto tan prestigiado como al que asistiría.

Estaba a punto de empezar a cambiarse cuando tocaron la puerta. Se extrañó de que la llegaran a buscar justo en ese momento aún cuando Reiji le dijo claramente que se tardara el menor tiempo posible.

Caminó hasta la puerta y la abrió, encontrándose con aquel chico del sombrero con su, al parecer, habitual sonrisa.

- Raito-kun ¿Necesitas algo? - Le cuestionó Yui amablemente, aunque se le hacía muy extraño que él fuera a buscarla.

- Ahh~ ¿acaso bitch-chan no quiere que yo venga a visitarla? - Preguntó Raito con finjida tristeza - Que mala eres y yo que venía a darte una pequeña bienvenida personalmente -

- No es eso - Dijo rápidamente, a ella nunca le ha gustado hacer sentir mal a las demás personas, eso es algo que no va con ella - Lo que pasa es que estaba a punto de cambiarme y no pensé que alguien vendria a buscarme -

- Ha~ ¿de veras? - En ese momento los ojos de Raito se iluminaron haciendo que Yui se desconsertara ante esto. Se acercó un poco más a Yui haciendo que ésta al sentirse algo incomoda retrocediera un paso. Raito la tomó de la muñeca evitando que siguiera retrocediendo - En ese caso ¿por qué no aprovechamos el momento para conocernos mejor como te lo había propuesto?~ - Habló con vos seductora acercando a Yui para tomarla por la cintura y eliminar la distancia entre ellos - ¿Por qué no empezamos por conocer nuestros cuerpos? - Le susurró al oido. Su aliento la estremeció.

- ¿Qué estas haciendo, Raito-kun? ¡Sueltame! - Yui soltó de su agarre y lo empujó con fuerza.

- Eh~ que agresiva bitch-chan - Dijo el de cabello cobrizo con un pequeño sonrojo en sus mejillas. ¿No podía ser masoquista? ¿o sí?.

- Raito, ¡cuantas veces te he dicho que no te metas con las cosas de ore-sama! - Ayato entró el cuarto y se puso entre Yui y Raito. La rubia se sintió aliviada de la presencia del pelirojo en ese momento. Estaba pensando seriamente en enllavar su cuarto día y noche mientras vivía con esos hermanos.

- Ehh~ que egoísta eres Ayato-kun, deberías compartir un poco por lo menos - Se quejó Raito arreglandose el sombrero que momentos antes se había desarreglado por el empujón de Yui.

- ¡Ni de broma! Lo que es de ore-sama es solo de ore-sama - Dijo molesto Ayato.

- Ayato, Raito, ¿qué hacen aquí? - Preguntó seriamente Reiji desde el pasillo - Me pareció haberles dicho que no quería que la molestaran -

- Tch, de nuevo Reiji - Se quejó Ayato.

- Que mal, y yo que me estaba divirtiendo - Raito hizo una mueca de decepción.

- Ya va a ser hora de irnos - Reiji empezó a caminar en dirección a la puerta - No quiero que lleguen tarde, es lo mismo para ti también - Y dicho esto salió se alejó.

- Tks -

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Después de todo eso, Raito y Ayato se fueron a regañadientes de su habitación no sin antes ofrecerse para "ayudar" a cambiarla a lo que ella les respondió con un rotundo "NO", casi sacando a ambos a empujones de su habitación y cerrandoles la puerta en la cara. Y así fue la única forma que Yui consiguió para poder cambiarse en paz.

Ahora se encontraba en una limosina con seis hermanos. Ninguno hablaba, todos estaban por su lado, se sentía un ambiente muy tenso y silencioso, algo que le parecia demasiado extraño, ¿no que eran hermanos? ¿Será que no se llevaban bien? Ella estaría muy feliz de tener aunque sea un hermano o hermana.

Una deseada historia ((Diabolik Lovers))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora