7 horas antes de la audición

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Respecto a ese chico, no sé por qué le tomo tanta importancia. Es raro, porque se me hace tan familiar; pero a la vez es lindo, por el simple hecho de ser él. Lo he estado observando el resto del día y noto su cambio de actitud cuando esta en clase y cuando está con sus "amigos" si es que se les puede llamar así. Noto su gusto por la música, por cómo simula que los lápices son las baquetas de una batería. Lo veo cantar, al mismo tiempo me preguntó ¿cómo será su voz?
Es el único que está en avanzados en la mayoría de sus materias. Sus amigos con trabajos y pasan los semestres. Él es el más relajado en su grupo, los demás no me agradan en lo absoluto.
-¡Oye, tú! ¡Emo! -me grita uno de ellos -te vi viendo el cartel del concurso. ¿Piensas hacer el ridículo en otra cosa?
-Un ridículo musical -gritó otro soltando una carcajada.
-Eso sí es masoquismo -dijo uno acercándoseme. Si bien recuerdo, su nombre es Daniel. No puedo creer que inicio de clases y ya están jodiendo. Daniel es irritante, lo conozco desde la secundaria. Siempre aprovecha cualquier momento para andarse arrimando. Pendejo. En cambio el chico sólo me veía, pero no con una mirada burlona, era una mirada diferente. Veía mi expresión de casi explotar, e intervino.
-Oigan, bola de patanes -no sé si fue en juego, pero lo dijo -ya es suficiente, déjenla en paz.
Me esbozó una linda sonrisa, intenté devolvérsela. Sus amigos voltearon a verlo, se rieron y, como siempre, comenzaron a burlarse de él. Pendejos, como lo mencioné antes. Me volteé y me fui.

Ya, por fin. La salida después de ese horrible receso y cuatro horas de clase extremadamente aburridas. Volví al cartel (del concurso, obvio) y agarré un papelito de información. Estaba tan concentrada leyéndolo, que no me di cuenta que alguien estaba detrás de mi.
-Hola -dijo esa dulce voz.



Canciones de amor y suicidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora